Un avión de la compañía Ryanair aterriza en el Aeropuerto de Menorca

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Ryanair desviaba este lunes a los aeropuertos de Valencia y Madrid a los pasajeros que el pasado domingo debían regresar a Barcelona y que no pudieron hacerlo por la cancelación de su vuelo, uno de los seis que se tuvieron que anular por la huelga de tripulantes de la aerolínea irlandesa de bajo coste. El motivo para hacer regresar a los pasajeros a un aeropuerto distinto al de origen es que la compañía solo ofrece dos frecuencias diarias entre Menorca y la capital catalana y los vuelos van tan llenos que no es capaz de reubicar a los pasajeros en vuelos posteriores.

Un grupo de amigas catalanas que debían tomar el vuelo de regreso a Barcelona el domingo a las 12.15 relatan lo ocurrido. Reclamaron la reubicación, pero no era posible en el vuelo vespertino del domingo ni en los dos vuelos con destino Barcelona que operaban ayer, sin plazas libres por las altas ocupaciones que está registrando. La alternativa ofrecida por la empresa fue primero volver a Madrid y después tomar dos taxis (en uno no podrían viajar todas) hasta Barcelona. En teoría, aunque sin ninguna garantía por escrito, la compañía se haría cargo del desplazamiento en taxi. La otra alternativa, viajar a Valencia y después tomar un autobús pagado por Ryanair, aunque no les garantizaban que pudieran caber todas en el bus.

Finalmente las pasajeras cambiaron de estrategia y optaron por renunciar a la reubicación y reclamar la indemnización. Y es que al comprobar que había plazas disponibles en un avión de Vueling con partida ayer a las 16 horas    a Barcelona decidieron hacerse con los billetes y evitar así una odisea que no tenían claro como iba a terminar. También relatan que debieron en un principio buscarse ellas misas el alojamiento para hacer una noche más en la Isla y que la empresa les dijo que los hoteles no podían superar las tres estrellas.