La fortaleza de La Mola fue donde, según testimonios orales, fueron ejecutadas unas 140 personas durante la guerra civil española | Gemma Andreu

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La Secretaría Autonómica de Memoria Democrática, dependiente de la vicepresidencia del Govern balear que gestiona Podemos, ha incluido por primera vez a Menorca en los trabajos que van a formar parte de la cuarta fase del mapa de fosas comunes de Balears, a punto de iniciarse.

El Govern tiene previsto que el proceso de licitación para este cometido relativo a la Isla esté concluido en noviembre y que los historiadores que lo ganen emprendan la investigación a finales de este año o principios del siguiente.

La tarea a realizar permitirá disponer del único mapa de fosas comunes de víctimas del franquismo    y la represión que le falta al Archipiélago, el de Menorca. Los de Mallorca, Eivissa y Formentera se encargaron a principios de la pasada década considerando que la evolución de la contienda entre 1936 y 1939 transcurrió por cauces diferentes en territorio menorquín y las primeras víctimas fueron afines a los sublevados en el tramo inicial de la Guerra Civil. «En Menorca la represión franquista fue distinta y ocurrió en los últimos meses de la guerra», ha explicado el responsable de la Secretaría Autonómica de Memoria Democrática, Jesús Jurado.

El mapa de Menorca deberá contemplar dónde hubo y dónde hay personas enterradas que fueron víctimas represaliadas del franquismo en la Isla. Se contempla la existencia de fosas comunes y también de nichos en los que fueron sepultadas. «Disponer de esta localización será una herramienta fundamental para seguir haciendo políticas de Memoria Democrática en Menorca», ha subrayado Jurado.

A falta de lo que determine la futura investigación, es posible que en la Isla no queden ya fosas comunes de las denominadas practicables, esto es, aquellas en las que todavía puede haber restos humanos. Sin embargo el propósito es que se conozca cuál fue su ubicación y que quede señalizada, al igual que los que permanezcan en nichos en los cementerios. «Hubo menos represaliados en Menorca, pero los hubo y se debe conocer dónde estuvieron y dónde están enterrados», señala Jurado.

La investigación en Menorca ha de servir para localizar a las familias de los asesinados «y que también puedan tener derecho a una reparación, como han tenido los que también fueron víctimas de las milicias republicanas», indica el responsable.

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