Submarinistas del Nàutic realizaron una inmersión hasta el pecio hace pocos días. | CNC

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Los restos del barco español de carga «Francisquita», hundido en Punta Nati el 17 de diciembre de 1952, se han deteriorado a marchas forzadas en los últimos años, según han podido constatar estos últimos días miembros de la sección de escafadrismo del Club Nàutic Ciutadella en la inmersión realizada hasta el pecio.

El «Francisquita» ha visto como las partes de metal del casco se han debilitado por la corrosión marina hasta provocar que este se haya plegado.

Durante muchos años el carguero español sufrió el expolio de cazadores de souvenirs conocedores del hundimiento. La proximidad con la costa y la profundidad de 50 metros, sumadas al conocimiento de la existencia del pecio, ha propiciado que cientos de submarinistas aficionados hayan hecho inmersiones durante estos 70 años para visitarlo y disfrutar de una experiencia poco frecuente.

El «Francisquita» está en el fondo marino, en la costa norte insular, a poca distancia del cabo de Punta Nati, y se mantiene a día de hoy como una de las más sugerentes inmersiones al alcance de los aficionados en las aguas menorquinas.

Hasta los años 70 el barco se mantuvo prácticamente intacto, con el telégrafo de a bordo, la batería auxiliar, la sala de máquinas, parte del timón y la caja de la brújula. A partir de entonces se intensificaron los saqueos en cubierta e interior.