Jordi Tutzó fue el encargado de presentar a los ponentes en el coloquio celebrado en el Parc Rubió. | Ara Maó

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La Agrupación de Electores Ara Maó ha dado a conocer el balance de la jornada que bajo el título «Menos es más: decrecimiento para una vida mejor» reunió a cerca de 60 personas el pasado fin de semana en el Parc Rubió. La formación, que gobierna junto al PSOE en el Ayuntamiento de Maó, sostiene que el sistema capitalista ha desembocado en una crisis social y económica que requiere de un «cambio sistémico» que venga de la mano del decrecimiento.

Aseguran que apostar por el decrecimiento «no significa recesión económica ni volver a la época de las cavernas, sino que se trata de un proceso de reorganización económica, política y social para lograr una reducción del consumo y la producción». Sostienen que culminar este proceso «aumentará el bienestar general y la calidad de vida de las personas»:

Allí se propusieron ideas como la reducción de la jornada laboral, el aumento de los impuestos a las rentas altas, la limitación del número de piscinas o coches que circulan por Menorca, o la eliminación de subvenciones a las empresas extractivas, entre otras que pueden consultarse en la página web de Ara Maó.

Retomar la 'vía menorquina'

«Menorca está abandonando su vía diferenciada de crecimiento para entrar en la vía balear donde está bajando la renta per capita», señalan desde la agrupación de electores, «debemos volver a ser diferentes». Por este motivo, durante la segunda parte de la jornada los asistentes se organizaron en grupos para plantear propuestas concretas que fueron puestas en común.

Algunas de las propuestas, escritas sobre tarjetas, que formularon los asistentes al coloquio.

Los ponentes del coloquio, Lucía Muñoz, Borja Nogué y Eva Cardona, negaron la idea de que el crecimiento del PIB sea sinónimo de bienestar. «En Menorca», explican a modo de ejemplo, «cuanto más aumenta la contaminación de los acuíferos más crece el consumo de agua envasada y eso hace subir la actividad económica, pero no mejora el bienestar».

El PIB como indicador macroeconómico, añaden, tampoco tiene en cuenta las desigualdades que puedan generarse, poniendo como ejemplo de ello a «los 40 millones de pobres de Estados Unidos». Por eso enfatizaron a modo de conclusión que hay que salir de la «lógica economicista».