Alumnos en el aula de un centro escolar, en una imagen de archivo. | Gemma Andreu

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La indignación se ha adueñado de Francesc Sintes, un abuelo menorquín que ha visto cómo una escuela de Barcelona ha evaluado el catalán de su nieto: se tiene que quitar el «acento menorquín» que todavía conserva. La madre del niño es menorquina, al igual que sus abuelos, de ahí que el niño mantenga la fonética que ha escuchado toda la vida en casa, algo diferenciada del dialecto del catalán central que se habla en Barcelona.

«Ni de nuevas, señora, no lo haremos», sostiene Francesc Sintes refiriéndose a la maestra en un hilo de Twitter que se ha hecho viral en las últimas horas, «el menorquín es tan o más catalán que el barcelonés», remata. El abuelo, que es muy activo en las redes sociales, no es precisamente contrario a los postulados nacionalistas. De hecho, se define como «menorquín independentista» desde hace más de cuarenta años, pero eso no le impide afirmar que «si tratan así a mi familia tendré que hacer ideas».

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Frente a los usuarios que ponen en duda su testimonio responde tajante que «no está mintiendo». De hecho, entre los que le han mostrado su solidaridad con lo sucedido figura Eduard Riudavets, el secretario de organización de Més per Menorca. En su opinión, lo sucedido es denunciable ante el Departament d'Ensenyament de la Generalitat.

Su mensaje también ha encontrado la adhesión de tuiteros de Catalunya, que destacan que «el menorquín es tan catalán como cualquier otra variedad» del idioma y piden a la familia que «no abandone nunca su forma de hablar».