La cuarta dosis de la vacuna, cerca | Josep Bagur Gomila

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El epidemiólogo y catedrático de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández, el menorquín Ildefonso Hernández Aguado, ofrece las claves de esta séptima ola de la pandemia, que el mundo vive con incertidumbre, entre la duda de dar un paso preventivo y con recomendaciones de mayor protección. En cualquier caso Hernández advierte que «seguimos estando en una situación de crisis de salud pública, eso no hay que olvidarlo», y responde a algunas de las preguntas que surgen en esta fase todavía de lucha y control de la covid-19.

1. ¿Ha llegado el pico de la séptima ola?

Cada vez que los epidemiólogos decimos algo así viene una nueva variante y lo trastoca todo. Estamos en pleno verano y con un número alto de casos, así que con las sucesivas variantes que está teniendo ómicron, de alta transmisión, hay que prepararse para el otoño, prepararse para lo peor esperando lo mejor. Tomemos las medidas de precaución y la tercera dosis de la vacuna, para quien aún no la tenga, es importante ponérsela. Pensar en la cuarta dosis y planificarla, también es importante.

2. ¿Habrá cuarta dosis de vacuna?

Si la Agencia Europea del Medicamento y el CDC consiguen que haya una nueva vacuna aprobada, más cercana a las características de los virus circulantes, será mejor para esa cuarta dosis. Sobre si habrá que ponerla en el futuro no lo sabemos, de momento para la población general no, pero eso podría cambiar. Tenemos oleadas de contagios en meses que no tocaría, como julio o septiembre; no sabemos si los picos de enero se repetirán, todo es nuevo con esta pandemia, tenemos demasiadas incógnitas como para no seguir trabajando en una buena vigilancia y capacidad de respuesta. Y algunas cosas que hacíamos como algo eventual pues no es así, será permanente.

3. ¿Existe ya una covid-22?

La ómicron BA.5 se mantiene como la variante dominante ahora mismo, aunque hay algunas más que están circulando y podrían –o no–, eventualmente volver a fastidiarnos. Sobre la covid-22, parece que no se cumplen virológicamente ninguna de las características para ser considerada diferente, por ahora siguen siendo variantes, no es una cepa distinta, no sería como el SARS-CoV-1 y luego el SARS-CoV-2.

4. ¿Volverá el uso de la mascarilla en interiores?

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El regreso de la mascarilla obligatoria es un paso difícil, en función de la magnitud de la enfermedad, habría que ver la rentabilidad en términos de eficiencia de impedir que pasen ciertas cosas. Lo razonable es que las personas mayores y vulnerables, que tienen más riesgo de hospitalizarse, usaran la mascarilla en los sitios cerrados; también todos aquellos que vayan a estar con personas vulnerables tienen que tomar medidas especiales, si tienen síntomas no acercarse y hacerse la prueba, sobre todo si tienen que ir a celebraciones, porque pueden transmitirles el coronavirus.

5. ¿Qué riesgo hay con la nueva alerta por viruela del mono?

La viruela del mono no tiene una capacidad de transmisión tan sencilla pero no debe dejar de preocuparnos, requiere un muy buen seguimiento de contactos. La viruela del mono lo que ha puesto de manifiesto es la necesidad de contar con buenos servicios de salud pública que puedan hacer seguimiento de contactos. En el caso de este virus el seguimiento de los casos es fundamental, pero es un ejemplo más de la importancia de tener unos buenos equipos de salud pública y esperemos que el anuncio del presidente del Gobierno, sobre la aprobación este mes de la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública sirva para poner en agenda la necesidad de reforzar los sistemas de salud pública. Habrá que ver el texto de la ley que se remitirá al Congreso pero de entrada es una buena noticia.

MENORCA. SALUD. XXXII ESCOLA DE SALUT PÚBLICA.
Ildefonso Hernández, epidemiólogo menorquín

6. ¿Se han relajado demasiado las precauciones?

En las zonas cerradas yo veo gente de riesgo que usa la mascarilla, me fijo y veo bastantes personas que se protegen, aunque es cierto que en lugares turísticos se usa menos, hay turistas que se sorprenden de que se la pidan en los medios de transporte. La sensación de que se ha acabado todo en la población va a tener que pisar un poco el freno, sí vale la pena usar la mascarilla en ciertos entornos y tener unas precauciones especiales, y como decía antes hay que asumir que esas precauciones son para siempre.

7. ¿Cómo viven otros países esta ola?

Estoy viendo que se vive como aquí, por ejemplo en Estados Unidos se habla de que esta ola es invisible, de que la gente parece que ya se desentiende y esto habrá que tenerlo en cuenta. Allí se están reduciendo obligaciones y muchos viajeros tampoco llevan mascarilla, así que el combate de esta última ola de BA.5 se plantea como aquí, debatiendo también si se tendrá que poner una cuarta vacuna, qué pasara con el CDC y con el CDA y qué vacunas tendremos. Creo que la sensación es de incertidumbre por saber si vamos a dar un paso preventivo, a una mayor protección, bien con vacunas o con recomendaciones más intensas en algunos aspectos. Esto es lo que se está debatiendo ahora en el mundo sanitario y en los editoriales de las revistas científicas.

8. ¿Hay menos casos porque no se registran como antes?

Es cierto que existe una parte de infrarregistro y que con las métricas actuales es más difícil la monitorización de los casos, por eso en algunos países le llaman la ola invisibilizada o invisible. En todo caso los impactos sobre el sistema de salud no son tan altos pero no hay que bajar la guardia. Las mutaciones suelen reducir la gravedad en general, pero puede surgir una que sea supertransmisible y que sea grave. Seguimos estando ante un problema de especial magnitud en salud pública, lo que pasa que nos hemos acostumbrado.