Los centros históricos de Maó y Ciutadella concentran más del 80 % de este tipo de establecimientos. En la imagen la calle Sant Roc de la ciudad de Llevant | Gemma Andreu

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La oferta de alojamientos de turismo interior, conocidos comercialmente como hoteles ‘boutique’, va a seguir creciendo en la Isla a pesar de la aprobación el pasado mes de febrero del decreto ley 3/2022 de medidas urgentes para la sostenibilidad y la circularidad del turismo en las Illes Balears, que incluye una moratoria para impedir la creación de nuevas plazas turísticas en un plazo de cuatro años.

Los ayuntamientos de la Isla tienen sobre la mesa hasta 21 proyectos de apertura y uno de ampliación que se empezaron a tramitar, en algunos casos por los pelos, con anterioridad a la entrada en vigor de la nueva normativa, por lo que –más allá de si terminan cumpliendo con los requisitos para conseguir licencia de obra– avanzan en su tramitación al margen del veto decretado al crecimiento de la capacidad turística.

De superar los parámetros urbanísticos, la incorporación al mercado de esos 21 nuevos establecimientos situados en edificios antiguos o catalogados de los centros históricos conllevaría un significativo aumento de la oferta de hoteles ‘boutique’. En el último registro oficial a mayo de 2022 figuraban 60 establecimientos, por lo que pasarían a ser 81, un incremento del 35 por ciento, que obviamente se traducirá en el número de plazas de alojamiento, con la incorporación estimada de alrededor de otras 300 plazas a una oferta de turismo interior que de un tiempo a esta parte ha venido creciendo de forma llamativa.

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Basta con observar el último año al que se remontan las estadísticas publicadas por el departamento de Ordenación Turística del Consell insular para comprobar la dimensión del crecimiento de este tipo de oferta. Hace solo nueve años figuraban en el registro oficial siete establecimientos con una capacidad de 98 plazas. Ahora, a la espera de los proyectos en trámite, son 60 y con una capacidad de alojamiento para más de 850 clientes. El número de hoteles se ha multiplicado en este periodo casi por nueve, al igual que la capacidad de alojamiento.

Ciutadella y Maó

Más de la mitad de los establecimientos que ya están en funcionamiento se ubican en Ciutadella, municipio que por su gran presencia de edificios antiguos y catalogados y su atractivo turístico ha concentrado estos años buena parte del interés de los inversores. Cuenta con 35 hoteles ‘boutique’ y desde su departamento de Urbanismo explican que hay en estos momentos ocho más en tramitación. También en Maó ha florecido este tipo de oferta. Cuenta en estos momentos con 14 establecimientos y Urbanismo tramita la apertura de cuatro más. Serían dos más si sus promotores no hubieran presentado sus proyectos una vez aprobada la moratoria.

Los dos grandes municipios de la Isla concentran el 81,6 por ciento de la oferta insular de este tipo de alojamientos turísticos, pero algunos municipios más pequeños también están atrayendo a los inversores. Es el caso de Alaior, Es Mercadal, Es Castell y Ferreries. Entre los cuatro tiene en trámite nueve nuevos establecimientos y otro que ha solicitado crecer en plazas. En estos momentos los cuatro municipios cuentan con nueve establecimientos en conjunto por lo que de salir adelante los proyectos en trámite se doblará la oferta existente actualmente. Es Castell, donde hasta el momento solo figura en el registro un hotel de turismo interior, tiene en trámite la apertura de tres más, uno de ellos, destacan desde su área de Urbanismo, entró en el Consistorio en el último momento antes de la aprobación de la moratoria.

La tramitación de proyectos de alojamiento turístico que se han salvado de la moratoria no se ciñe al llamado turismo interior. Este diario ya desveló en el mes de mayo que 19 promotores ya estaban tramitando proyectos en rústico en el momento en que entró en vigor el veto al crecimiento turístico. En este caso el Consell concentra los expedientes porque deben tramitar su interés general y en la carpeta hay once agroturismos y ocho hoteles rurales, la gran mayoría con proyectos de nueva apertura, aunque también los hay de ampliación de la capacidad de alojamiento. En el caso de que estos proyectos superen la tramitación la oferta existente se elevaría llamativamente, un 44 por ciento. Son las tipologías de alojamiento en rústico y en el centro de las ciudades, así como la oferta de viviendas vacacionales, las que han protagonizado en la última década el gran crecimiento de la capacidad de la Isla para dar alojamiento a turistas.