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¿Existe el deseo sexual a partir de los 80 años? En caso de no haber llegado a esta edad es posible que jamás se haya planteado esta pregunta. Pero, en cuanto se acerque el momento, ¿cree que seguirá existiendo esa llama?

Esta semana, los usuarios de la Residencia Geriátrica y Centro de Día de Sant Lluís han abordado ésta y otras cuestiones del mismo ámbito en un taller de sexualidad organizado por la sexóloga asturiana Beatriz Alegre.

La actividad consistía en un «primer acercamiento a la sexualidad en el entorno residencial», tal y como explica la profesional. La idea surgió tras realizar un taller de las mismas características en su Asturias natal, donde la experiencia había sido «fantástica», según sus palabras.

Así pues, decidida a repetirla esta vez en Menorca, contactó con la directora de la Residencia Geriátrica, Jèssica Ametller, para presentarle la propuesta. «Le pareció una buena idea y se incluyó dentro de las actividades del Centro de Día», indica la sexóloga. Asimismo, los familiares y el resto de personal del centro se implicaron de lleno y acompañaron a los residentes.

Curiosidad y reflexión

«A  través de algunas dinámicas fuimos haciendo un recorrido de su historia vital: primeros besos, primeras experiencias eróticas y, sobre todo, reflexionamos sobre los diferentes y libres que son las relaciones de pareja en la actualidad», explica Beatriz Alegre.

Al principio les costaba un poco arrancarse, por lo que ella misma tomó la iniciativa lanzando diferentes preguntas que trataban desde la anatomía genital, hasta enfermedades o dificultades derivadas del consumo de medicamentos o incluso la pérdida de seres queridos.

En definitiva, el principal objetivo de la actividad era comprender la vivencia erótica en la edad adulta y los diversos factores que conducen a la pérdida de interés y deseo.

Para la organizadora, la experiencia ha resultado ser todo un éxito. «Ha sido más que positiva. Todos y todas hemos aprendido mucho y la implicación ha sido total», señala encantada, y además recalca que las personas mayores son «mucho más abiertas de lo que creemos».

La respuesta, «un sí rotundo»

Y es que de todo el taller, Beatriz Alegre se queda precisamente con la duda que abre esta noticia: «Pregunté si seguía existiendo el deseo sexual con 80 años. Entonces, una mujer muy mayor me contestó con un sí rotundo. Me quedo con esa frase», confiesa a este diario.

La educadora sexual está trabajando desde ya para poder trasladar este taller a otros geriátricos de la Isla. Así pues, quiere otorgar un espacio de «respeto, seguridad e intimidad» a los mayores en el cual puedan hablar libremente de un tema delicado para su generación.