Punto de recarga de la red Melib | Archivo

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El Instituto Balear de la Energía (IBE) ha puesto en marcha hace apenas una semana la nueva red Melib de puntos públicos de recarga para vehículos eléctricos, que introduce mejoras en el servicio de mantenimiento y atención 24 horas 365 días de atención telefónica para incidencias. Esta nueva red, que irá introduciendo de forma progresiva las mejoras, incluye novedades en la aplicación de gestión de las recargas, entre las que destaca especialmente la posibilidad de que los ayuntamientos puedan empezar a cobrar por el servicio.

Se trata del principio del fin anunciado de las recargas gratuitas, un impulso inicial que los Consistorios han venido dando, asumiendo el coste de la electricidad para fomentar el uso de vehículo eléctrico. Los municipios deben ahora firmar convenios con el IBE para adherirse, como ha hecho entre otros el Ayuntamiento de Maó, que ya anunció a mediados de mes su intención de empezar a cobrar por las recargas en las cinco ‘electrolineras’ que hay en el casco urbano y en las que se puedan abrir durante la vigencia del convenio (cuatro años y prorrogable otros cuatro). El equipo de gobierno del municipio de Llevant puso sobre la mesa el coste que supone para las arcas municipales. A lo largo de 2021 la factura de las recargas ascendió a alrededor de 11.000 euros y desde el año 2018 el coste de la energía suministrada por el municipio con más demanda de la Isla asciende a casi 29.000 euros.

El IBE se pone a disposición de los ayuntamientos para asesorarles sobre las tarifas recomendables a aplicar y desde el Ayuntamiento de Maó tienen intención de empezar a cobrar una vez se haya definido el precio público de referencia, que quiere consensuar con el Consell insular y con el resto de los ayuntamientos.

Cobra la zona azul

Otra    de las medidas que los ayuntamientos se comprometieron a tomar hace años para fomentar el uso del coche eléctrico es eximir a este tipo de vehículos del pago de zonas de aparcamiento con control horario, la conocida como zona azul. Algunos llevan años haciéndolo, como el Ayuntamiento de Ciutadella, otros han tomado cartas en el asunto y ya no cobran, como el de Alaior, pero otros como el de Maó, según denuncian propietarios de coches eléctricos, siguen cobrando el estacionamiento como a cualquier vehículo. Es el caso de uno de los primeros usuarios de coche eléctrico de Menorca, Jérôme Zuercher, a quien recientemente multaron por estacionar para una visita médica.