Maria Camps,  ensayando ayer con  Annabel Villalonga su actuación en el Foro de mañana | Paco Sturla

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Maria Camps es una de las voces más conocidas de la Isla. Lleva más de dos décadas sobre los escenarios donde principalmente ha interpretado música clásica. Mañana se podrá escuchar su testimonio y descubrir su talento con la música en el XIV Foro de la Illa del Rei», dirigido a este melódico arte.

En su ponencia, la menorquina letrada en filologia española, se centrará en cómo la sociedad menorquina se educa musicalmente, la situación de las infraestructuras, programaciones y políticas culturales necesarias para poder llevar a cabo correctamente todos los eventos musicales. Y también hablará del importante papel de la prensa.

Canta ópera, escribe críticas y crónicas culturales, dirige espectáculos musicales, es profesora adscrita al STEI y concejal en el Ayuntamiento de Alaior. Y además tiene tiempo para salir en barca por la bahía de Fornells. ¿Cómo lo hace?

—Y cocino, y limpio…todo (se ríe)  soy un poco «culo inquieto» como suele decirse. Todo lo que hago, lo hago siempre con gusto. En el caso de la música es una ocupación que me abarca mucho tiempo, pero siempre ha sido un    placer, nunca ha sido una obligación. Creo que una de las cosas más bonitas del arte es poder disfrutarlo desde la relajación, desde el placer, desde la felicidad, y no desde la angustia. Ha sido una opción mía de siempre y no me arrepiento.

En Menorca valoramos mucho lo nuestro. ¿Realmente tenemos un nivel musical tan importante como decimos?

—Yo creo que sí. En diferentes ocasiones he podido cantar en otros sitios de España y el nivel que hay en Menorca es muy bueno. No solamente en la creación de contenidos. Sino también de recepción de esos contenidos. Yo siempre digo que tenemos el mejor público del mundo, porque la gente sabe lo que escucha. Cuando te mueves en otras zonas del país te das cuenta que los menorquines tienen una buena formación, una buena sensibibilidad. Tienen una musicalidad innata. Quizá es la isla o el mar que ayuda. En Canarias, por ejemplo, también hay muy buenos músicos.

Usted lleva quince años participando en la Semana de la Ópera de Menorca. ¿Qué representa la ópera para la Isla?
—La ópera para la isla es un sello de identidad. De hecho, tenemos el coliseo más antiguo del estado español, el teatro Principal de Maó. Eso imprime un carácter, y hace que continuamente haya nuevos públicos que se acerquen a la ópera. Creo que hay un idilio de amor entre Menorca y la ópera desde siempre, es nuestra marca diferencial. La calidad y el nivel de los espectáculos en la «Semana de la Ópera» es altísimo. Para mí es un evento muy enriquecedor, por el hecho de poder cantar al lado de grandes figuras. Por lo tanto, creo que es muy positivo que se sigan dando estas representaciones de altísimo nivel.

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¿Qué la ha impulsado a tener un abanico de registros tan amplio, desde la ópera al swing?
—A mi lo que me gusta es la música, en general. Si me hubiese dedicado de lleno, me hubiese centrado en un solo campo. Pero al no ser así, a mi me gusta probar muchos estilos. Tengo la suerte además de que me encuentro cómoda en muchos estilos, ya que vocalmente me adapto bien. Algo no muy habitual en intérpretes de ópera, pero me lo paso muy bien probando. Por lo que canto también música más moderna y ligera. Lo que yo busco es disfrutar de la música.

¿Qué música es la que más le gusta interpretar?
—No te sabría decir si una más o menos. Mi formación es clásica, entonces la música lírica, la ópera y el oratorio. Son músicas que me llenan mucho, porque requieren una técnica en la que he ido trabajado toda la vida. Pero también me gusta un estilo más moderno. Me siento cómoda interpretándolo, es muy relajante.

Durante el confinamiento de 2020 usted salía a la ventana y cada día ofrecía una actuación que después difundió por las redes.
—Fue un momento muy complicado para todo el mundo y sentí que tenía que hacer algo. Un día cogí un amplificador, elegí un karaoke y me puse a cantar. Y así pasaron todos los días del confinamiento. La gente lo agradecía mucho, era una cita diaria que generó una comunidad, fue bonito. Durante el confinamiento, la música –el arte en general– fue realmente un desahogo para muchísimas personas. Y los artistas dieron muchísimo de si en las redes sociales. La cultura fue y es clave para que la gente pueda llevar mejor las dificultades. Se reflejó esa circunstancia en la pandemia.

Dígame dos nombres, un compositor y un intérprete a los que admire especialmente y por qué.
—Mozart, porque mi ópera preferida son las «Bodas de Figaro», es el primer título que canté con los Amics de s’Òpera. En cuanto a intérpretes me quedaria con dos: la italiana Mirella Freni y la catalana Victoria del Àngels.

¿La música es economía?
—Hay muchas cuestiones satélite que giran entorno a los eventos musicales en Menorca. Está clarísimo que la música es un generador de economía. Este verano ha sido un poco la explosión de festivales que han generado que venga gente a propósito para consumir cultura.

¿Qué le parecen las iniciativas de los festivales como Lazareto y de Es Mercadal?
—Todo lo que sea ofrecer cultura a la gente, tanto la local como la visitante, lo veo muy bien. Creo que Menorca se tiene que distinguir por tener una oferta complementaria más exclusiva, más atractiva para el público que busque cultura. Hay una sobreoferta este año que a la larga puede que no sea sostenible. Si se llega a compaginar bien el elevado número de eventos, entonces perfecto.
Por otro lado, me gusta ver que los festivales no solo estan pensados para turistas. Nosotros los menorquines, somos consumidores de cultura habituales, y cuando hay unas ofertas extraordinarias también las aprovechamos.

La labor de crítica cultural en una isla tan pequeña no es nada fácil ¿verdad?
—No. No es fácil. No debo hacerlo tan mal porque llevo más de una década haciéndolo. Empecé en «Última hora» y sigo desde «Es Diari», donde colaboro de manera regular. Creo que se debería poner más en valor llevar a cabo críticas a eventos a posteriori. De hecho cada día se les da más importancia porque actualmente si no hay reseña no queda constancia de ello. Los mismos festivales se han preocupado de tener a alguien para que les hagan una crítica. Además el público acude a consultar esta crítica, ya que es una buena herramienta que permite verbalizar sensaciones y ser más consciente de lo que has visto.

¿Cuál es el proyecto con el que sueña y que nos pueda contar?
Creo que hay que evitar objetivos utópicos para no frustarte después el no llevarlos a cabo. No creo que tenga un proyecto osado, porque yo afronto todos mis retos con mucha ilusión. Por lo que se tiene que disfrutar del día a día y de lo que viene.