El uso de la mascarilla obligatorio en el transporte público genera conflictos en ocasiones. | Josep Bagur Gomila

TW
11

Desde este viernes un vigilante de seguridad privada realiza una ruta itinerante por las paradas de autobuses de línea regular de Ciutadella, durante las tres primeras horas del servicio, es decir, entre las 6.30 y las 9.30 de la mañana.

Ha sido la reacción de la Conselleria de Movilidad de la institución insular a la demanda de la empresa TMSA, que cubre este servicio, como consecuencia de las molestias que causan algunos clientes que hacen uso del transporte público tras una noche de juerga en la ciudad del poniente insular para regresar a sus puntos de origen.

Esas actitudes se repiten, especialmente, en esta época de la temporada alta, como han explicado desde la dirección de la empresa responsable, entre otras, de la ruta que enlaza las dos principales ciudades de la Isla. Señalan que los chicos y chicas se van de fiesta a Ciutadella, preferentemente, con el último autobús del día anterior, y posteriormente toman el primer bus regular de la mañana para regresar a su punto de origen, o al lugar más próximo donde dejaron estacionado su vehículo la noche anterior para eludir los controles de la Guardia Civil.

Noticias relacionadas

En muchas ocasiones, lo hacen todavía bajo los efectos del alcohol o cualquiera de las sustancias que hayan podido ingerir durante las largas horas de la actividad de ocio nocturno. «Es un problema, porque causan molestias a los pasajeros que utilizan los autobuses a diario para ir a trabajar, por ejemplo, y no tienen por qué sufrirlas», explican desde la empresa.

Es en la ruta que parte desde Ciutadella donde se reiteran este tipo de comportamientos faltos de educación. Estos usuarios conflictivos hacen uso indebido de los asientos, gritan o elevan el tono de voz en demasía si no acaban dormidos por los excesos que acaban de protagonizar en su diversión.

La presencia de un vigilante de seguridad en las paradas de Ciutadella a primera hora de la mañana tendrá un efecto disuasorio y preventivo para que este tipo de actitudes dejen de repetirse. El vigilante estará operativo hasta el 31 de agosto.