Las dos grúas de Nautic Center y de Pedro’s Boat este viernes a primera hora cuando estaban siendo retiradas de la explanada del varadero | Gemma Andreu

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El cambio de operador en el varadero del Cós Nou en pleno verano ha dejado sin actividad estas instalaciones en las fechas en las que más demanda se produce. La falta de medios y de personal del nuevo operador, Decoin SL, pone de relieve por un lado la inoportunidad de la decisión de Autoridad Portuaria y, por otro, la falta de respuesta a los usuarios.

El nuevo gestor ha contratado provisionalmente a un operador del travelift, desplazado desde Barcelona, para acometer los primeros encargos y al mismo tiempo formar al escaso personal con que cuenta Decoin. Pero no se presta aún el servicio ágil y suficiente que se requiere de un varadero.

Nàutic Center y Pedro’s Boat, socios de Med Sea Yachts, la operadora que lo ha gestionado durante los últimos tres años, retiraron este viernes las dos grúas y la maquinaria propia destinada a estas instalaciones. Solo quedó el travelift propiedad de Autoridad Portuaria, pero sin personal cualificado aún para manejarlo, circunstancia que deja el varadero sin capacidad para la botadura y el izado de barcos.

Ni en tiempos de tribulación deben hacerse mudanzas, según aconsejaba Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, ni tampoco en agosto en un puerto donde la actividad náutica constituye su principal reclamo. Autoridad Portuaria ha obviado el sabio consejo y los usuarios del puerto de Maó deberán pagar las consecuencias hasta que el varadero vuelva a estar realmente operativo.

Esto no ocurrirá hasta que Decoin disponga de personal suficiente y debidamente formado o, como está negociando, llegue a un acuerdo con los profesionales o las empresas que gestionaban hasta ahora las instalaciones para que continúen prestando el servicio.

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Historia de un despropósito

Nautic Center y Pedro’s Boat retiraron este viernes su maquinaria porque la orden de desalojo les daba cinco días de plazo desde el día 17, fecha del cambio de gestor, para la retirada de enseres, mobiliario o elementos de su propiedad. El plazo se cumplía el domingo y las empresas ejecutaron la orden este viernes.

Autoridad Portuaria arguye que se han cumplido los tres años de ocupación temporal, plazo máximo para este tipo de autorizaciones y que la empresa había renunciado a la concesión. Sin embargo, las dos empress menorquinas que se habían unido para la gestión del varadero argumentan que la renuncia se produjo porque les cambiaron las reglas de juego cuando negociaban hacerse cargo de la concesión que APB había acordado en enero de 2020.

Fuentes de Med Sea Yachts señalan que 21 meses más tarde, en septiembre de 2021, se les presenta un nuevo condicionado para la adjudicación que nada tienen que ver con las bases del concurso y que reducen drásticamente el espacio en tierra y el de los amarres. Apuntan, en concreto, que les obligan a dejar una separación mínima de cinco metros perimetralmente entre las embarcaciones en tierra, lo que representa una reducción de casi el 50 por ciento de superficie operativa, «una ruina para el gestor», indican.

Cuando la empresa pide aclaraciones al cambio de condiciones, que no rigen en ningún otro varadero, APB apela a una futura medida de seguridad contra incendios, que no está avalada aún por normativa alguna.

Por otra parte, las nuevas condiciones hacen económicamente inviable la gestión, además la demora acumulada coincide con el aumento de precios de construcción. Desde la convocatoria del concurso, octubre de 2018, hasta hoy han transcurrido casi cuatro años.