Se preveía sellar y restaurar la celda 3 en 2020, pero no ha sido hasta ahora que ha agotado su capacidad

TW
6

La celda 3 que se encuentra en la ampliación del vertedero de residuos de Milà II ha llegado al final de su vida útil. Desde 2013 recibe los rechazos de la planta, es decir, aquellos desechos que no se pueden reutilizar, reciclar ni revalorizar y que, por ello, terminan en el vertedero. Se trata, en especial, de una parte de los residuos que se mezclan en el contenedor gris.

Actualmente, estos rechazos acaban en la ampliación del vertedero de residuos no peligrosos de Milà II, que tiene un volumen de hasta 1.341.983 metros cúbicos y una superficie de 89.960 metros cuadrados. En total, son tres las celdas que constituyen este espacio. La celda 3, la primera que entró en funcionamiento en 2013, estaba previsto que finalizara su función a finales de 2020. Sin embargo, tras más de ocho años acumulando desechos, no ha sido hasta ahora que ha alcanzado los niveles máximos que permiten su clausura.

Por este motivo el Consorcio de Residuos de Menorca ya ha publicado la oferta de sellado y restauración de esta celda. De acuerdo con el vigente contrato de gestión del servicio público de tratamiento, valorización y eliminación de residuos, se prevé que las celdas de vertido de Milà tienen que ser selladas una vez llegan al final de su vida útil con el fin de minimizar la producción de lixiviados (líquidos residuales), captar y gestionar adecuadamente la emisión de gases de efecto invernadero y restaurar ambientalmente el área con criterios de sostenibilidad.

Noticias relacionadas

En estos momentos, la celda 3 ha llegado a esta situación límite y, por ello, es necesario llevar a cabo las correspondientes obras de sellado y restauración ambiental en este espacio. Ahora, el Consorcio debe contratar la dirección facultitava para coordinar y comprobar la correcta realización de las obras. El contrato que ofrece es de 12 meses y se divide en dos lotes con un precio de licitación total que asciende a más de 64.000 euros.

Objetivo, reducir los desechos

El año pasado ya se puso en funcionamiento la celda 2, debido a que la celda 3 estaba agotando su capacidad. Según las previsiones facilitadas por el director insular de Medio Ambiente, Esteve Barceló, la vida útil de la celda 2 es de siete años. En 2028, se prevé que sea relevada por la celda 1, que podría acaparar desechos hasta 2044.

No obstante, el objetivo es reducir drásticamente el volumen de rechazos que acaban enterrados en el vertedero y alargar su vida útil. Ya se ha demostrado que esto es posible gracias a la inauguración, este año, de la nueva planta de tratamiento mecánico-biológico, que ha permitido reducir al 26 por ciento -y no al 30 por ciento, como inicialmente se calculaba- los residuos que acaban en el vertedero de Milà.

Concretamente, esta planta permite procesar 50.000 toneladas anuales de fracción resto (residuos restantes después de separar los residuos reciclables), lo que equivale a 35 toneladas por hora. De estas, se consigue recuperar más del 70 por ciento del material para su reciclaje o valorización.