Imagen de archivo de una canalización de gas de Mallorca.

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No es el momento para apostar por el gas canalizado en Menorca. Es una de las conclusiones del Comité de Expertos para la Transición Energética y el Cambio Climático de las Illes Balears, que aparece en su informe anual de 2021-2022, y que se ha presentado la tarde de este miércoles en la sede del IME.

El Comité de Expertos, un organismo independiente encargado de velar por el cumplimiento de la Ley del Cambio Climático de Balars, cuestiona así los proyectos de canalización y distribución de gas que se quieren impulsar en Menorca. Un proyecto que quería ejecutar primero Gas Natural-Naturgy y ahora Redexis, y que pasa por la instalación de unos depósitos en Ciutadella, Maó y Es Mercadal y la construcción de una red de canalización para toda Menorca. El proyecto lleva encallado más de diez años.

«El proyecto de implementar la distribución de gas canalizado a Menorca no corresponde con las estrategias a seguir ni con la planificación de la estrategia 2030 para la descarbonización de la Isla», es el párrafo textual del informe sobre el proyecto citado.

Los motivos básicamente son dos. En primer lugar por que «el gas también emite gases de efecto invernadero» y además «tiene asociados unas emisiones de metano considerables derivadas de su extracción y transporte». Y el segundo, por el contexto internacional: «La reciente crisis política y humanitaria y la escalada de precios derivada de la invasión rusa de Ucrania, aconsejan reducir el máximo la dependencia de combustibles fósiles», aseguran. Y, acto seguido, apuntan cual debe ser la alternativa: «Acelerar la transición energética hacia las energías renovables».

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Y en eso, en las energías renovables, es donde el informe más incide. Recuerda que la Ley del Cambio Climático prevé una reducción del 40 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y del 90 por ciento para el 2050. Asimismo, el compromiso es que en 2030 el porcentaje de energía renovable represente el 35 por ciento, y 20 años después, sea del 100 por cien y al menos el 70 por ciento de esa energía sea producida en Balears.

De momento, estos números están lejos de cumplirse. En Balears el porcentaje de energía renovable está por debajo del 10 por ciento, que descontando la que es importada baja al 1,5 por ciento. No obstante destacan que actualmente hay en tramitación en las Islas hasta 680 instalaciones de autoconsumo y 67 parques fotovoltaicos, que aportarán un total de cerca de 600 MW. De ellos, como ha informado este diario, once son de Menorca y aportarán 79 MW. Los expertos consideran que si se sigue este ritmo, de entre 475 y 630 MW anuales en nuevas instalaciones, se podría cumplir el objetivo en 2030. En cuanto a la energía eólica, también hablan del parque de Milà, cuya vida útil acaba en 2024 y hay voluntad de renovarlo y repotenciarlo de los 3,2 MW actuales a los 10MW.

No dejan de lado el segundo cable submarino que debe conectar Mallorca y Menorca, del que demandan que se «avance en su planificación y asegurar que este se construya como muy tarde al principio del periodo de planificación de 2027-2032».

El Comité de Expertos lanza una serie de recomendaciones, entre las que destaca la importancia de reducir el gasto energético y fomentar más las instalaciones de autoconsumo. En este sentido lamentan la «rigidez de la normativa urbanística» que frena estas instalaciones y piden que las administraciones fomenten el uso de cubiertas y superficies urbanas para ello. También abogan por que los consells definan áreas no urbanas para que puedan ser destinadas a la producción de energía fotovoltaica.