Imagen de archivo, del pasado mes de febrero, en unas obras en la red de agua de Cala en Blanes. | Josep Bagur Gomila

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Tres años. Este es el plazo que da el Govern a los ayuntamientos para que reduzcan las fugas en sus redes de agua corriente y las pérdidas no superen el 25 por ciento de su abastecimiento. Así lo contempla el nuevo Plan Hidrológico de las Illes Balears, elaborado por la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio y que se encuentra en fase de tramitación.

Teniendo en cuenta este umbral, en Menorca solo lo cumplen, con datos de 2021, cuatro municipios. Son Sant Lluís, cuyas fugas solo suponen el 12,28 por ciento de su suministro; Maó (17,22 por ciento), Alaior (19,20 por ciento); y Es Castell (24,42 por ciento). El resto supera el 25 por ciento que marca el Plan Hidrólógico. La red municipal que más agua pierde de Menorca es la de Es Migjorn (33,40 por ciento), seguida de la de Ferreries (32,98 por ciento), Ciutadella (30,67 por ciento) y Es Mercadal (27,73 por ciento).

Es un problema generalizado en todas las Islas, donde en 44 de los 67 municipios de Balears se supera ese 25 % de fugas y, por tanto, disponen de tres años para solucionar el problema histórico.

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El Plan Hidrólogico no limita sus objetivos a 2025, pues para 2027 fija que el límite de pérdidas en la red debe ser del 17 por ciento como máximo. Muy pocos municipios cumplen ese porcentaje actualmente. Tres en Mallorca, dos en las Pitiüses y en Menorca solo uno, que es Sant Lluís, mientras que Maó lo sobrepasa pero pocas décimas.

El abanico de oscilaciones en los volúmenes de agua perdidos es muy amplio. El cálculo se realiza en base a la comparación entre el volumen de agua aportado a la red y el finalmente facturado. El 12,28 por ciento de pérdidas de Sant Lluís o el menos del 10 por ciento de Formentera contrastan con los datos del municipio mallorquín de Campos, que con mucha diferencia está por sobre los demás, con un 70 por ciento de pérdidas

Dos millones para hacer obras

Las obras para reducir las pérdidas de agua son caras y molestas, y por ello impopulares, pues obligan a levantar calles y a cortes temporales del suministro. La presidenta Armengol anunció la semana pasada en la reunión con los presidentes de los consells una inversión de 20 millones de euros por parte del Govern para combatir las fugas de las redes de abastecimiento municipal de agua corriente, de los cuales algo más de dos millones serán para los municipios de Menorca.

Asimismo, los municipios están obligados a elaborar planes de gestión sostenible del agua que también deben incluir una diagnosis del estado de las redes y un estudio de los recursos disponibles, todo ello para una dotación máxima de 200 litros de por habitante y día. No tener aprobado este plan puede dar lugar a expedientes que deriven en sanciones económicas.