Los inmuebles del municipio de Sant Lluís han visto duplicar, de media, los valores catastrales. | Katerina Pu

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No hay marcha atrás. El Ayuntamiento de Sant Lluís mantendrá el tipo impositivo del IBI en el 0,65 por ciento el próximo año a pesar de la revisión al alza de los valores catastrales. El equipo de gobierno formado por PSOE y Volem Sant Lluís rechaza así la petición formulada por los grupos de la oposición en el último pleno. Partido Popular, El PI y el concejal no adscrito coincidieron en su defensa de una rebaja que evite a las familias del pueblo tener que pagar más por la contribución. La alcaldesa, Carol Marquès, anunció que se plantea una rebaja para el año 2024.

El teniente de alcalde de Hacienda, Joan Pons, defendió que la subida será gradual -ya que el impacto de la revisión catastral sobre el IBI se reparte en los próximos diez años- y aseguró que Sant Lluís era el municipio de Menorca con los valores más desfasados respecto al precio de mercado. Incluso después de esta actualización, afirmó, hay viviendas en la costa con un valor real muy superior. «Estamos recaudando lo mismo que el gobierno municipal del PP en 2015 y afrontamos costes mucho más altos para mantener los servicios públicos», añadió.

Joan Pons citó ejemplos de este aumento de costes que afronta el Ayuntamiento de Sant Lluís como la subida de sueldos a los trabajadores municipales, la mayor aportación al Consorcio de Residuos y el déficit estructural de servicios como el geriátrico, la escoleta o el área de juventud y deportes.

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Existe «afán recaudatorio», según el PP

Desde el Partido Popular, la portavoz Loles Tronch denunció el «afán recaudatorio» de la medida y criticó que Sant Lluís sea el único municipio que afronta la revisión de los valores catastrales cuando otras localidades, como Ciutadella o Es Migjorn, llevan más tiempo sin actualizarlos. «¿Realmente creen que es el mejor momento para subir impuestos?», se preguntó. Recordó que, además del IBI, el aumento de valores catastrales tendrá un impacto sobre otro impuesto municipal, el de las plusvalías.

Llorenç Carretero, de El Pi, coincidió en apuntar que no es el momento de subir los tributos municipales por el alza del coste de la vida y defendió una rebaja del tipo impositivo para que el consistorio recaude lo mismo que este año, pero no más. Aseguró que los remanentes de tesorería del Ayuntamiento de Sant Lluís permiten mantener los servicios municipales sin subir la presión fiscal.

El concejal no adscrito, Jorge de Diego, defendió en solitario una moción en la que instaba a rebajar el tipo impositivo del 0,65 actual al 0,52. Una reducción que, según cálculos del equipo de gobierno, supondría una merma en la recaudación de un millón de euros. «Si la alcaldesa nos anuncia una reducción de tipos para 2024, ¿por qué no es posible aplicarla ya en 2023?», se preguntó el edil.

La alcaldesa critica el «electoralismo» de la oposición

En sus intervenciones ante el pleno, Carol Marquès tildó de electoralistas las peticiones de una rebaja de IBI y defendió la necesidad de «mantener el equilibrio económico» del Ayuntamiento para garantizar los servicios públicos. En cambio, sí cree que será posible la reducción del tipo impositivo para que «el incremento sea más moderado» a partir de 2024.