TW
6

De «colapso absoluto» tildan usuarios del puerto antiguo de Ciutadella la situación vivida este verano en las rampas del Sa Colàrsega. Tanto botar las barcas como sacarlas del agua ha requerido de altas dosis de paciencia y ha provocado incluso discusiones. Todo, ante la pasividad de PortsIB, ente al que acusan de «no haber controlado absolutamente nada» para evitar el «caos» que se ha generado y que se ha agravado aún más por el «desmadre de empresas de alquiler de embarcaciones sin titulación».

Con estas palabras se expresan varios particulares y empresas del sector náutico, que ven como, hoy en día, «no te puedes plantear comprarte una barquita con remolque, porque si ya faltaban amarres, ahora tampoco hay rampas» para echarlas al mar. Así lo apunta Antoni Pons, de Centre Nàutic Ciutadella, quien lamenta que, ante tales dificultades, «en agosto, un particular no puede ni proponerse tirar el barco al agua». «No hay control ni medidas» para evitar, no solo el colapso en las rampas, sino también en cuanto a los remolques que «inundan Es Pla».

Opinión similar expresa Miquel Ponsetí. El responsable de Nàutica Ponsetí ve que «hay caos por exceso de embarcaciones». De hecho, «si ya pasaba antes, ahora, aún más, con tantas empresas».

Esta «masificación de pequeñas barcas» no es exclusiva del puerto, «en Cala Galdana es peor». Porque «la gallina está espléndida, pero estresada», advierte. «Si queremos potenciar el sector, hacen falta más rampas, y hay muchas en el litoral menorquín, pero o están en desuso o en mal estado».

Más regulación

Las empresas de alquiler de embarcaciones sin titulación «son legales», admiten todos, pero también es cierto que «es necesaria una mejor regulación» de esta actividad, incluyendo el requisito de una titulación para navegar para los clientes.

Por otro lado, otras voces ponen el acento en la «impunidad» con que actúan algunas empresas, no todas, que incluso limpian barcas y las aparcan en plena calle, por ejemplo en el polígono industrial.

El asunto afecta a los propietarios de pequeñas embarcaciones de recreo. Ante este «desastre», Ester Taberner reclama la mediación del Ayuntamiento de Ciutadella. La concejal de Gobernación, Maria Jesús Bagur, apunta que «hemos mantenido varias reuniones con Ports y hemos expresado las quejas, pero quien debe valorarlo y responder son ellos». Aún así, «seguiremos insistiendo».