Pintadas contra «el turista maleducado» este verano en el pueblo | Paco Sturla

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Los propietarios de Binibèquer Vell lanzan un órdago a Carol Marquès, la alcaldesa de Sant Lluís. O bien lidera la pacificación en Binibèquer Vell ante los conflictos derivados de la degradación de la urbanización y la masificación turística, o bien cerrarán al público el Pueblo de Pescadores. La nueva junta directiva de la Asociación de propietarios de Binibèquer Vell lo tiene claro y no dará un paso atrás en la búsqueda de soluciones para poner fin a todos los problemas que llevan denunciando desde hace tiempo.

Constituida a mediados de agosto y encabezada por Oscar Monge, la nueva junta directiva ya    avisó en su momento que esperaban contar con el apoyo de las instituciones para mejorar la urbanización y consolidar la buena convivencia entre residentes y visitantes. Ahora,    los propietarios le han recordado a la alcaldesa de Sant Lluís sus deseos en una reunión que mantuvieron la semana pasada para presentarle y exponerle el plan director.

«Agradecemos su atención y predisposición, pero queremos ver hechos», advierte Oscar Monge. También asegura que le han pedido a Carol Marquès que lidere ella misma la pacificación en Binibèquer Vell y le dan de plazo hasta diciembre para llegar a un acuerdo y empezar a ver resultados. «No pedimos dinero, sino liderazgo y que se encuentren soluciones», aclara Monge. Y es que desde la comunidad de propietarios del Pueblo de Pescadores aseguran estar «agotados psicológicamente» tras un nuevo verano marcado, como han asegurado en numerosas ocasiones, por las actitudes incívicas e irrespetuosas de algunos turistas que desembarcan en la urbanización.

El «icono» de Menorca

El Pueblo de Pescadores de Binibèquer Vell es una de las zonas más visitadas de Menorca durante todo el año, más aún en verano. «Recibimos a unas mil personas diariamente», explica Oscar Monge, presidente de la Asociación de propietarios de Binibèquer Vell. Reconoce que esta urbanización privada se ha convertido en el «icono» de la Isla y pide «que se haga algo para que no se degrade más, porque es perjudicial para todos». Asimismo, aclara que no quieren prescindir del turismo siempre y cuando se alcance un acuerdo.

Por su parte, Carol Marquès, la alcaldesa de Sant Lluís, expresa que su objetivo es que las relaciones con la nueva junta directiva, tras esta primera reunión, sean «igual de buenas» que las mantenidas con la anterior junta, presidida por Joan Ramon Rabassó, que las conversaciones sean «fluidas» y que se pueda realizar un trabajo conjunto con «colaboración y sentido común». Desde la asociación vecinal insisten, en este sentido, en que se mantengan futuras reuniones para alcanzar un pacto e, incluso, un convenio con Turismo para ver cambios cuanto antes, amortiguar la presión psicológica de los vecinos y prevenir posibles conflictos.