Un cable discurre por la escalera comunitaria conectando otro edificio en obras también del Ibavi.

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«Cuando nos dieron las llaves no nos esperábamos esto, que no podríamos entrar a vivir», lamenta una de las inquilinas de los pisos del Ibavi en Maó que prefiere mantenerse en el anonimato. Los beneficiarios de las viviendas de protección oficial que se entregaron el pasado miércoles, hoy hace una semana, no se imaginaban la situación que están viviendo. Se han encontrado con hogares sin luz, sin agua caliente y con defectos de obra que les impiden realizar las mudanzas para instalarse.

«Se me termina el contrato del piso en el que estaba la semana que viene y este está inhabitable», explica preocupada otra inquilina que pide que no se publique su nombre. La mayoría de los arrendatarios con los que este diario ha podido hablar se encuentran en esta misma situación y critican que, ni el Ibavi ni el resto de instituciones implicadas, les explicaron las circunstancias en las que estaban los pisos. «Ya avisamos a nuestros caseros de que nos íbamos, pero aquí no podemos entrar a vivir todavía», comentan.

Aún no se ha ejecutado la instalación de la luz en el conjunto de viviendas y ello imposibilita que puedan usar el ascensor, disponer de agua caliente y enchufar los electrodomésticos. Cabe recordar que algunos de los beneficiarios de estos pisos tienen discapacidad o movilidad reducida, por lo que no tener ascensor se convierte en un obstáculo para acceder a los habitáculos. Otros intentan resolver con ingenio estos problemas y explican, por ejemplo, que «hemos colocado bolsas de hielo en la nevera para ir conservando los alimentos» temporalmente.

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Defectos de obra

Los inquilinos declaran que pagaron la fianza antes de la entrega de llaves de la semana pasada. Esperaban poder estrenar los pisos de obra nueva sin esperas y la realidad ha sido totalmente contraria. Cerraduras rotas, llaves que no encajan, bases de inodoros sin sellar, paredes de pladur que se agujerean con un simple toque, armarios empotrados mal colocados que dañan los muros y un largo etcétera, son los inconvenientes con los que se han topado los arrendatarios. «Algunos estamos haciendo la mudanza como podemos, pero otros están esperando a que todas estas cosas se solucionen», aseguran.

Primeros pisos en 13 años

Es preciso destacar que estas viviendas de protección oficial eran muy esperadas por la población. El Ibavi llevaba 13 años sin entregar llaves en Maó y el pasado miércoles, por primera vez después de todo este tiempo, inauguró dos nuevas promociones públicas en el municipio. Una de 18 pisos, ubicados entre las calles Borja Moll y Roca Vinent, y otra de 15, situados en la esquina de esta última calle con la avenida de Francesc Femenies.

La construcción de estas viviendas ha supuesto una inversión de 5,12 millones de euros. Una treintena de beneficiarios esperan, ahora, poder habitar estos inmuebles una vez se hayan resuelto todas las trabas, mientras que otras 559 personas de Menorca permanecen en lista de espera para ocupar nuevos pisos.

El apunte

El Ibavi exime a los inquilinos de pagar hasta diciembre

Tras las quejas de los beneficiarios de estas viviendas de protección oficial, los responsables del Ibavi en Maó les han respondido con un mensaje que «Es Diari» ha podido leer. En él, reconocen que «hay un problema con la luz» que impide disponer de ascensor, agua caliente y hacer uso de determinados electrodomésticos en los pisos. Por ello, aseguran que los inquilinos no pagarán la primera mensualidad, correspondiente al mes de noviembre, y que empezarán a abonar las cantidades a partir de diciembre.

Desde el Ibavi afirman que «la previsión es que Endesa instale los contadores a finales de esta semana», por lo que entonces ya se podría utilizar el ascensor y programar los termos. Sin embargo, cuentan los inquilinos, la respuesta que han obtenido de la compañía eléctrica no es la misma y contradice la inicial.

Aparte, el Ibavi recuerda que en los inmuebles todavía hay cables sueltos que cuelgan del techo y que hay que instalar algunos casquillos para poder encajar las bombillas. También que, para disponer de internet, Telefónica tiene que hacer antes una instalación.

Con todas estas cosas pendientes por hacer, y conscientes de las molestias que están ocasionando en los arrendatarios, los responsables del Ibavi en Maó explican en ese mismo mensaje que está prevista una reunión y revisión, vivienda por vivienda, «para recoger las incidencias y comunicarlas a la constructora».