Una motocicleta de Seat Mó aparcada en el puerto de Maó el pasado verano durante el rodaje de un spot publicitario del vehículo. | Gemma Andreu

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La electrificación del parque móvil de Menorca, que planteaba un nuevo modelo de movilidad y debía servir de prueba piloto exportable a otros territorios de la Unión Europea, se ha quedado fuera del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte-VEC). De hecho, había sido descartado antes del reparto dado a conocer el martes por el Ministerio de Industria, que ha asignado 877,2 millones, entre una decena de proyectos de otros tantos grupos automovilísticos que fabrican en España.

Desde Seat Mó, la división de movilidad urbana de la marca española, y Endesa, promotores del proyecto lamentan la falta de respaldo institucional para avalar la propuesta. Por su parte, Miquel Company, conseller balear de Fondos Europeos, asegura que la propuesta no cuadraba con la gestión del mecanismo tal como lo planteaba el Estado, las conferencias sectoriales y las convocatorias públicas. Lo que no significa que todo esté perdido.

Quedan pendientes de reparto varios fondos para la movilidad sostenible, más de mil millones según fuentes del Gobierno, que podrían distribuirse a través de un segundo Perte, aunque es lo menos probable. En todo caso, este debería ser convocado en 2023 para realizar la inversión en los dos años siguientes, que es el plazo establecido por la UE para el gasto de los Next Generation.

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Fragmentar el proyecto en partes más pequeñas

«Lo que se está intentando hacer es desglosar el proyecto en algunas acciones concretas que puedan ser financiadas a través de convocatorias públicas», explica el conseller. La fragmentación en propuestas de menor alcance, pero que se adapten a programas ministeriales, es la vía que ahora presenta más opciones, según reconoce.

El «Menorca Smart Green Island», presentado públicamente en el Foro Menorca Illa del Rei del año pasado, desprendía un gran alcance. Su objetivo era lograr la descarbonización en un plazo de seis años a través de un modelo de movilidad eléctrica integral y el uso exclusivo de energías renovables para la carga. La aportación que se proponía de los fondos Next Generation era de 695 millones, casi tanto como el importe repartido en el Perte-VEC, y se calculaba una inversión global de más de dos mil millones, una vez sumada la inversión empresarial y particular.

Con ese planteamiento, el proyecto en su globalidad había sido descartado antes del reparto realizado por el Gobierno, que ha dejado a Volkswagen, grupo que engloba a Seat, como principal beneficiario para poner una planta de baterías en Sagunto. Solo desde la segmentación podría accederse ahora a la financiación con fondos europeos a través de ayudas regionales. «Es un dinero que no se puede perder ni como país ni como industria», declaraban fuentes de los promotores, «el dinero está, depende de la estrategia política». Están convencidos de que habrá otra oportunidad.

Un modelo exportable a otros territorios

Los padres del «Menorca Smart Green Island» defienden que se trata de aplicar en Menorca la política que Bruselas quiere para toda la Unión Europea en un horizonte de 20 o 30 años y destacan la cualidad de ser un proyecto tractor para España y para Europa. No descartan su puesta en marcha, aunque segmentado y quizás con plazos más largos para mantener la viabilidad del novedoso y ambicioso proyecto.