Miembros de los equipos de gobierno del Consell y de Maó han visitado este viernes el antiguo edificio de Correos | Katerina Pu

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El Consell de Menorca incluirá una partida en los presupuestos de 2023 para comprar el antiguo edificio de Correos situado en el centro de Maó, una operación que espera cerrar por menos de 1,2 millones de euros.

Este edificio está en desuso desde que Correos se trasladó sus oficinas en la calle Ciutadella en 2018. Desde entonces, el paso del tiempo y la humedad han deteriorado el interior del antiguo inmueble, donde no se ha realizado ninguna actividad. El año pasado Correos lo ofreció en alquiler, pero la iniciativa no prosperó. Ahora, el Consell tramita la compra del edificio para darle una nueva vida.

«La adquisición no es inmediata, pero la intención es firme», ha asegurado este viernes la presidenta de la institución menorquina, Susana Mora, durante una visita al antiguo inmueble de Correos. La compra está prevista que se realice con una partida de los presupuestos de 2023 y por menos de 1,2 millones de euros. «Es un precio regalado y una oportunidad que no podemos dejar pasar», agregó la consellera de Vivienda y Agenda Urbana, Cristina Gómez.   

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Este histórico edificio tiene una superficie de 2.200 metros cuadrados, repartidos entre una planta baja y otras tres plantas más, y está catalogado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Maó, que restringe sus usos. Se califica como equipamiento cívico, cultural y administrativo. Pero el PGOU también permite su uso turístico y hotelero si la titularidad es pública.

«Desde los distintos equipos de gobierno apostamos por utilizarlo en beneficio de los ciudadanos, más allá de estas posibilidades de particulares», aclaró el alcalde, Héctor Pons. En vista de sus intenciones, todo apunta a que las puertas del inmueble están de nuevo abiertas para acoger oficinas insulares y municipales, así como salas de ocupación, formación y multifuncionales.

Una vez el edificio de Correos sea propiedad del Consell y se definan los usos, la institución insular encargará un proyecto para rehabilitarlo y adaptarlo a las nuevas funcionalidades. «Cumple el perfil para que las mejoras se puedan financiar con fondos europeos», avanzó Cristina Gómez, que insistió en que «es muy importante no dejar que el patrimonio público acabe en manos privadas».

Mientras el interior ruinoso espera ser reformado para una nueva vida, también aguardan conocer su destino esas cabezas de león de la fachada, convertidas en adorno y recuerdo del que fue originalmente el emblemático edificio de Correos.