El sector de la construcción en Menorca, en pleno auge | Gemma Andreu

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Una ‘tormenta perfecta’ está ensombreciendo la intensa recuperación que lleva registrando la construcción tras la pandemia. El sector lucha a diario con una dicotomía difícil de encajar. Y es que, pese a tener un alud de proyectos aprobados que les garantiza al menos un año de pleno trabajo, la caja de resultados no está siendo tan halagüeña como debería. La subida de los precios de los materiales está trastocando todos sus planes. Les obliga a revisar presupuestos ya aprobados o, en caso contrario, tener que asumir estas subidas a costa de su margen de beneficios.

Y es que la crisis del coronavirus paró por completo la producción. Hubo, además, una mayor demanda tras el confinamiento. Y todo ello generó un cuello de botella en la distribución con una escasez de suministros generalizada. A ello, hay que agregar ahora la invasión de Ucrania y la inflación que han disparado los costes. A esta desorbitada subida de los materiales han tenido que ver otros factores como el elevado precio de los combustibles y de la energía. No hay duda de que si cuesta más producirlos y transportarlos, acabará repercutiendo sobre su precio final. Y las subidas han sido estratosféricas. Pero, a estos precios de locura, el sector debe sumar una acuciante falta de mano de obra, cualificada y sin cualificar.   

A pesar de esta compleja realidad con la que lidia a diario el sector, la construcción está dando pasos en firme. Sigue tirando del carro de la economía. Está generando más empleo y registra las mejores cifras de afiliación a la seguridad social desde 2009.

Asimismo, está captando el interés de gran número de inversores, tanto locales, nacionales como extranjeros, que ven en Menorca su refugio donde descansar. Con un elevado poder adquisitivo, este inversor, principalmente foráneo, está comprando casas que reforma y adecúa de la mano de constructores locales que ofrecen calidad, profesionalidad y experiencia en sus trabajos.

Toda esta realidad está ahuyentando la temida recesión económica de la que tanto hemos oído hablar. Al menos, por el momento. Los constructores consultados coinciden en que la realidad menorquina no se asemeja a la nacional, de ahí que confíen en que la afectación, si llega, lo hará en un par de años. Y esperan que no lo haga con la misma intensidad que en el resto de comunidades autónomas. Tampoco creen que genere el batacazo que vivió el sector en la anterior crisis inmobiliaria.

■ ANTONIO GOMILA SA. Es una empresa de construcción y servicios urbanos con una trayectoria que supera ya los 30 años en el sector. Sus responsables confirman que «en estos momentos se mantiene la actividad gracias a la inercia de los proyectos en marcha». No obstante sus previsiones no son halagüeñas ya que «se prevé que para los próximos meses haya una ralentización del sector». Agregan que «la tendencia es a la baja por la incertidumbre de los costes de los materiales, la subida de tipos de interés y la inflación que, con toda seguridad afectarán al sector». Y no hay duda de que «la gestión de los costes de los materiales como consecuencia de la fuerte inflación y las tensiones económicas y geopolíticas» encabezan la preocupación de las empresas.   

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Los constructores coinciden en que la realidad menorquina no se asemeja a la nacional | Josep Bagur

■ EAMA. «El sector de la construcción, en la parte que nosotros actuamos, se está comportando bien dada la situación que estamos atravesando», apuntan desde la empresa Eama. Observan que se están poniendo en marcha algunos proyectos aparcados tras dos años turísticos relativamente buenos. Aunque consideran que «podría ir mejor si las licencias de los ayuntamientos, principalmente el de Maó, se aprobaran en un tiempo razonable». En cuanto al futuro próximo, Eama lo proyecta «algo dudoso» por las previsiones a la baja de los mercados nacional e internacional. «Creemos que si además de agilizar las licencias, las entidades bancarias ofrecieran créditos rápidos aplicando pocos intereses y las ayudas previstas para la recuperación económica se pusieran en marcha de forma rápida, podríamos tener en el sector un tiempo de trabajo en positivo». La desaceleración podría verse «para primeros de año, excepto que los fondos europeos, nacionales, autonómicos y locales se activaran y facilitaran las obras». Con respecto a la subida de los materiales «hemos tenido unas subidas constantes y en algún momento escasez de algún material». Falta, asimismo, «personal nuevo con formación».   

■ CONSTRUCCIONES H. J. SALVADOR. Es una empresa familiar que lleva al servicio del cliente más de medio siglo. Es regentada por Manuel Salvador, quien destaca la existencia de un gran número de trabajos relacionados con reformas y, en concreto, de viviendas entre medianeras, ubicadas en los cascos urbanos de los municipios. «Hay trabajo, mucho más de lo que podemos asumir, lo que no hay son trabajadores» y agrega que «a principios de verano se marchan algunos al sector de la restauración, buscas y no encuentras, y lo poco que encuentras no está cualificado». Esta situación lleva a no poder cumplir la programación prevista. Además, incide en el hecho de que en varias obras públicas «decides no participar porque los precios que se calculan ya están desfasados cuando salen a licitación».             

■ MENORCA HOME SERVICES. Esta empresa está especializada en el sistema constructivo pre-industrializado y también se dedica a intervenciones de reforma y rehabilitación de viviendas, principalmente en zonas turísticas. «Aún hay interés en ejecutar los proyectos previstos, la gente sigue adelante con sus obras, tenemos trabajo para un año vista, aunque el invierno de 2023-2024 es ya una incógnita, veremos cómo evoluciona el sector», aseguran los socios Álex González y Quique Moll. No dudan en apuntar al «fuerte incremento» del precio de los materiales, que sigue sin frenarse. Esta subida de los costes tiene una repercusión mayor entre el cliente británico porque el valor de la libra esterlina se ha desplomado y, por tanto, les supone un esfuerzo mayor. «No cancelan aún sus proyectos, pero lo comentan», concluyen.

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La falta de mano de obra, otro de los problemas del sector | Josep Bagur Gomila

■ OBRA NOVA. «Menorca está en auge, de moda y esto nos ayudará a alargar la inercia, creo que la recesión no será como en la Península». Así lo asegura su gerente Pepe Comellas quien agrega que «Menorca funciona diferente» y las crisis llegan con dos años de diferencia. Además, opina que el sector no se desplomará como ocurrió en 2010, la realidad es un tanto distinta. Reflexiona que «se trabaja mucho, pero todo ha subido una barbaridad», lo que obliga a jugar con el margen de beneficios de la empresa. Y lamenta que algunos grandes proveedores se han aprovechado del incremento del coste de la energía y del transporte.                     

■ OBRAS SÁNCHEZ COLL. Nacida en 1998, esta constructora afirma que «Menorca está de moda y se ha convertido en prácticamente una obligación tener un refugio, una segunda residencia en la Isla», por eso, parece que la desaceleración de la economía no se nota en la Isla. Quien invierte son clientes de un poder adquisitivo elevado. Pero reflexionan desde Obras Sánchez Coll que esta realidad no se palpa a pie de calle. Al trabajador convencional le afecta la inflación y el alto coste de la vida. Apuntan también al incremento del precio de los materiales, lo que obliga a que un presupuesto que antes tenía una vigencia de dos años ahora se apliquen tiempos más cortos y con una cláusula que establece que los precios se revisarán a la aceptación del mismo.            

■ CONRADO Y ASOCIADOS. «Ha sido un año complicado, desde mediados de la década de los 80 que no existía una inflación como la actual; por ejemplo, hacía años que el kilo de acero estaba a 1,68 euros, ahora su precio de coste ronda los 3 euros». Así lo aseguran desde la empresa Conrado y Asociados, quienes agregan que «se ha incrementado la cartera de producción de un modo importante, pero no tiene efectos sobre la caja de resultados, nos encontramos en medio de una gran incertidumbre, presentas un presupuesto y no sabes si a la semana será válido». Y añaden que las constructoras incluso han estado trabajando a pérdidas por tener contratos cerrados que no se han podido renegociar.

Otra problemática que se ha agravado ha sido la falta de mano de obra que, a la situación habitual de ausencia de suficiente personal cualificado, se le suma que este año el inicio de temporada turística ha sido prematuro y de más intensidad, por lo que los albañiles de temporada se han ido antes a trabajar en turismo. A ello, se le suman los problemas en el transporte que, en verano algunos materiales no han llegado en tiempo y forma. Y agregan la inflación, porque el problema no acabará aquí, sino que «existirá una segunda vuelta: el trabajador, como es lógico, exigirá subidas de su salario ante un coste de la vida inasumible y este hecho volverá a repercutir (entre otros) sobre otro ajuste de los precios de la construcción».

Indican que Menorca se ha posicionado en un target de nuevos clientes de alto poder adquisitivo que son más flexibles ante el incremento de precios. Entre otros motivos, han visto que la Isla aún es más económica que otros destinos. Pero «Menorca se ha convertido en un capricho, esperemos que no se aburran de él». Perciben que hay mucho cliente que viene a la Isla por su autenticidad tras abandonar Eivissa o Mallorca. «Y sabemos de algún americano que empieza a comprar casas en la Isla». El cambio de moneda les beneficia.   

■ JUAN MORA SA. «Las perspectivas a corto plazo son buenas, pero la subida de precios puede llevarnos a que algunas promociones se ralenticen y, sobre todo, el principal escollo es la falta de profesionales en el sector, falta de mano de obra cualificada y especialistas». Así lo señalan desde la constructora Juan Mora SA. El incremento de los precios está derivando en que «muchas obras públicas se queden desiertas al no repercutir la subida de la energía, carburantes, materias primas ni salarios». Consideran que «a corto y medio plazo no se notará una desaceleración» por la inercia del sector.

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Algunas empresas ya cogen trabajos para un año vista | Gemma Andreu

■ CONSTRUCCIONS MARQUÈS. Esta empresa de Es Mercadal y con una docena de años al servicio de la construcción, realiza todo tipo de actuaciones de reforma y obra nueva. Su gerente Ben Marquès explica que «hay buenas previsiones, parece que el sector aguanta, los precios han subido, por lo que ganamos menos, hay presupuestos que se han podido revisar, pero otros que no, pero, pese a ello, las previsiones son buenas». Y agrega que el primer síntoma de recesión se notará en los proyectos visados de los arquitectos que, luego, acabará afectando al sector. «De momento no se nota», concluye.     

■ VIRFIN. Es una empresa mediana familiar dirigida por Fèlix Ripoll padre y Fèlix Ripoll hijo. Se suman a la opinión de que «la inercia es buena y trabajo veo para año y medio o dos años». Y es que, en su opinión, la actividad inmobiliaria es la que marca el camino. Cuando la venta de propiedades se resienta, arquitectos y constructores serán los próximos de la cadena en notarlo. Pero, por el momento, «no dejan de venderse casas». En este sentido, indican que la actividad de este último año se ha centrado principalmente en la reforma de chalés de grandes dimensiones, rehabilitaciones marcadas por la calidad. En cambio, los proyectos para actuar en casas de campo han perdido fuerza.                   

■ SANTI PONS OBRES I  REFORMES. «Ya estamos cogiendo trabajos para octubre del año que viene», señalan desde esta empresa de construcción, desde la que agregan que «hay una euforia, todo el mundo quiere hacer reformas y lo quieren para ya, veremos cómo acaba esta realidad», indica Santi Pons. Apunta que han tenido que renunciar a trabajos al no disponer de suficiente personal. «No hay mano de obra cualificada, pero lo grave es que ya falta incluso sin cualificar». A ello agrega las trabas de la administración con proyectos que no pueden ejecutarse por culpa de la lentitud municipal.

■ CONSTRUCCIONES JOSÉ Y DANI. Esta empresa familiar es regentada actualmente por la segunda generación de profesionales de la construcción. Está especializada en proyectos de reforma y nueva construcción.«Hay mucho trabajo, el 2023 entero está cubierto, después veremos», aseguran desde esta empresa, y creen que tras este incremento de los precios debe llegar la regularización de los salarios.