Imagen de archivo de unas obras en una urbanización | Gemma Andreu

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La recaudación municipal por la vía de los impuestos y las tasas da algunas pistas sobre cómo está yendo la economía insular. Es una de las mejores balanzas sobre la que ponderar el peso del movimiento constructivo en cada municipio. Y es que, los arquitectos visan proyectos, pero luego, estas iniciativas de reforma, rehabilitación o construcción requieren de sus respectivos permisos. Y el ayuntamiento da licencia tras el pago de unas tasas e impuestos. La recaudación procede, principalmente, de dos vías: la tasa por licencias urbanísticas y el Impuesto de Construcción, Instalaciones y Obras (ICIO).

El año pasado, los ocho ayuntamientos recaudaron a través de estos dos impuestos un total de 4 millones. Se trata de una cifra sensiblemente inferior a la ingresada en el ejercicio anterior cuando se alcanzaron los 5,2 millones. La bajada se produce en la recaudación del ICIO, que retrocede de los 4,1 millones de 2020 a los 2,66 de 2021. En cambio, la recaudación por tasas de licencias de obra aumenta al pasar de los 1,1 millones a los 1,36.

De esta mengua no puede desprenderse la conclusión de que la actividad constructiva se haya resentido. Porque los proyectos extraordinarios y de gran presupuesto hacen tambalear estos ingresos de un año a otro. Es, por ejemplo, el caso del Ayuntamiento de Ciutadella que en 2020 ingresó la friolera de 860.889 euros solo de la licencia para la ampliación del parque de Son Salomó. En 2021 no se ha producido ningún ingreso de este calibre, de ahí que la recaudación haya caído. Pero no significa que la actividad se haya resentido. Ni mucho menos.

Similar es el caso de Es Migjorn Gran. En 2020 el Ayuntamiento ingresó en torno a 120.000 euros en concepto de ICIO y otros 78.000 euros en tasas para la reforma de un hotel en Sant Tomàs. En 2021 no alcanzó la recaudación del ejercicio anterior pero se mantuvo en cifras altas. Y los datos facilitados de este ejercicio (hasta agosto) muestran un nuevo repunte colocando ya en esos momentos la recaudación muy por encima de lo ingresado en todo el 2021. En los ocho primeros meses del año,    ha recaudado 206.288 euros en concepto de ICIO y otros 279.661 euros en tasas. La reforma de un hotel en Sant Tomàs ha hecho decantar la balanza. Y queda todavía por contabilizar la cuantía que deberá abonar la propiedad de otro complejo en esta urbanización para ejecutar su rehabilitación.   

Por su parte, el Ayuntamiento de Alaior ha aumentado sus ingresos con respecto al ejercicio anterior. En el caso del ICIO, el departamento de Urbanismo informa del ingreso extraordinario de 163.804 euros procedente de la urbanización de Torre-solí 2. El concejal del ramo, Cristóbal Marqués, indica que «el departamento ha trabajado más que nunca, ha habido más ingresos tanto de obras mayores como menores, el aumento ha sido considerable«. No obstante, duda sobre cómo va a afectar al sector la desaceleración económica que se espera de cara a los próximos meses.

Maó también ha visto aumentada su bolsa de los impuestos. Es curiosa la gran distancia que existe en cuanto a la recaudación en concepto de ICIO en comparación con Ciutadella. No necesariamente significa que la actividad sea inferior, sino que hay que tener en cuenta que el tipo aplicado es del 1 por ciento, cuando en otros municipios es mayor. En Ciutadella es del 3,2 por ciento.

Por su parte, el Ayuntamiento de Es Mercadal ha reducido su recaudación en los dos conceptos analizados. Pese a ello, el alcalde Francesc Ametller avanza que en 2022 se producirán ingresos extraordinarios. Es más, hasta el mes de agosto de este mismo año, el departamento de Urbanismo ha generado licencias por un valor -tal como se desprende de la recaudación en concepto de tasas- ya superior a lo recaudado en todo el 2021.