La escultura ocupa la playa de Mongofra desde 2012 y el informe desfavorable del Govern, que es vinculante, impide que Costas pueda autorizarla como pretendía el Consell. | Gemma Andreu

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Está en un área de conservación predominante, no dispone de permiso y, de continuar en la playa de Mongofra, crearía un precedente, «hemos de ser serios y ecuánimes», explica Llorenç Mas, director general de Espacios Naturales y Biodiversidad del Govern, en relación a la escultura «La aguja de la giganta», de Nuria Román.

Mas asume el informe vinculante del director del Parc Natural de S’Albufera des Grau, donde se encuentra, sumado a otros dos anteriores, dirigido a Costas, en el que insta a retirar la obra land-art en el paralelo 40.La aguja forma parte de un proyecto global para unir, coser y restablecer las fracturas del planeta de forma simbólica, explicó su autora.

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La polémica suscitada a raíz del informe, al que ha alegado la Conselleria de Cultura del Consell, motivó el lunes una reunión entre el propio Mas y el conseller menorquín, Miquel Àngel Maria. «Las dos instituciones estamos de acuerdo en que hay que buscar una solución alternativa», explica el director general. En la reunión telemática se barajaron varias opciones para una nueva ubicación de la escultura que ya han sido trasladadas a la artista para que ella exprese su parecer. En una entrevista reciente a este diario el pasado domingo, Román fue rotunda:«Esta escultura es de Mongofra, está ahí y no se puede trasladar. Es una pieza que nació ahí y el tronco apareció en la playa. No se puede poner en un espacio urbano. Yo creo que el arte tiene que estar en un lugar específico, no todo vale».

«La aguja de la giganta», recuerdan desde el Govern, se instaló sin permiso y está en situación no reglada «por eso es muy difícil que pueda mantenerse». Llorenç Mas asegura que Medio Ambiente entiende todas las sensibilidades por el rechazo que ha generado el informe contrario a la obra. «Pero en un espacio natural tan sensible como la playa de Mongofra se ha de ir con cuidado con lo que se hace y con los precedentes que se levantan aunque tenga pocas visitas y una afectación muy baja», insiste el director general, convencido de que «de acuerdo con el Consell encontraremos una solución satisfactoria».

El apunte

Desde Favàritx, por el interior hasta la parte norte del puerto de Ciutadella

Miquel Àngel Maria, conseller de Cultura, confirmó ayer que la autora de la escultura está al corriente de la reunión que mantuvo con el Govern. «Es la primera afectada y quien debe saberlo aunque nos haya cedido la escultura por cuatro años». Maria, firme defensor de la obra sin fecha de caducidad en Mongofra, explica ahora tras los argumentos dados por el director general de Medio Ambiente que «hemos hablado de diferentes posibilidades para que la autora se lo piense, si acaba siendo imposible que continúe allí». Dado que la escultura forma parte de un proyecto que marca un lugar para enviar un mensaje de paz y entendimiento desde el Paralelo 40, una ubicación alternativa sería cualquier lugar por el que transcurre en la Isla, desde Favàritx, hacia el interior para salir por la parte urbana al norte del puerto de Ciutadella.