Adultos que van a trabajar y estudiantes son los principales beneficiarios de la tarifa gratuita y los que más utilizan el transporte público | Gemma Andreu

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La debilitada economía doméstica a causa de la inflación que ha repercutido en los gastos cotidianos ha tenido, al menos, una rama a la que agarrarse hasta el momento. La implantación del transporte público gratuito decretado por las diferentes administraciones central, autonómica e insular desde el 1 de septiembre ya tiene una consecuencia notable en Menorca en cuanto al incremento del número de viajeros que han optado por acogerse a este servicio sin coste y dejar el vehículo particular estacionado en el garaje o en la calle.

Lo que hasta hace pocas semanas parecía una anomalía visual, ver los autobuses con más de cinco o seis pasajeros en rutas de proximidad, está dejando de serlo, como se aprecia, por ejemplo, en las que transcurren desde Maó hasta Sant Lluís o Es Castell.

En el mes de noviembre, que debe considerarse el primero verdaderamente significativo para evaluar el cambio de usos de los residentes porque la población flotante derivada del turismo ya ha abandonado la Isla, el incremento de la ocupación en los autobuses se ha situado ya en el 53,44 por ciento.

Las cifras comparativas que manejan tanto la Conselleria de Movilidad como las empresas de transportes concesionarias siempre toman como referencia el año anterior a la pandemia, el 2019, porque en los dos intermedios las restricciones limitaron aforos y movimientos. El acusado crecimiento escenifica el éxito de la medida que, además, cumple la función de impulsar la sostenibilidad del transporte al tener menos vehículos sobre el asfalto con todo lo que representa, como ha apuntado la consellera, Montse Morlà, para una isla reserva de biosfera.

Desde el 1 de septiembre hasta el 16 de noviembre el incremento total se ha situado en un 18 por ciento. En septiembre fue del 12,74 por ciento, en octubre, del 15,40, con una presencia notable todavía de turistas, y en lo que llevamos de noviembre, el indicado del 53,44.

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Quiere esto decir que el número de viajeros que han adquirido las tarjetas de transporte en estos dos meses y medio ha crecido    hasta las 305.612 personas, cuando en el año anterior a la pandemia la cifra se quedaba en 188.545 pasajeros. Porcentualmente el aumento se ha disparado hasta un 62 por ciento.

8.125 tarjetas emitidas

En cuanto a las tarjetas de abono emitidas desde que entrara en vigor la gratuidad del transporte, han sido 8.125, mientras que en el mismo periodo del año 2019 fueron 966, un aumento del 744 por ciento. Las tarjetas de abono las facilita el Consell mediante cita previa en la sede de la institución insular.

Este cambio tan pronunciado en la utilización de los autobuses que cubren las líneas regulares ha provocado cambios en las empresas que tienen la concesión. La ruta que más ha crecido en ocupación ha sido la que conecta Maó con el Aeropuerto, puesto que se ha elevado un 68 por ciento a causa de la demanda.

La alta operatividad en el número de vuelos ha provocado que esta ruta haya alcanzado una elevadísima ocupación en toda la temporada estival hasta final de octubre. «Ha crecido mucho, también quizás por la falta de VTC y de taxis en momentos puntuales», apunta Isidro Bellota, gerente de la concesionaria Autos Torres.

En septiembre y octubre la línea se reforzó con otro autobús en las horas punta, y la entrada del horario de invierno, que distancia las frecuencias, se ha retrasado hasta mediados de este pasado mes debido a la demanda. En todo este tiempo la empresa ha sustituido el autobús habitual de 30 plazas por uno de 54, señala su gerente, «aunque siempre reaccionamos según las necesidades por el número de usuarios».

Le sigue en crecimiento de la ocupación la ruta principal que transcurre de Maó a Ciutadella, con parada en cada pueblo, puesto que ha subido un 36 por ciento. También lo ha hecho la línea exprés que conecta las dos principales ciudades de la Isla, hasta un 17,2 por ciento, mientras que la ruta Maó-Es Castell ha experimentado un crecimiento del 6,2 por ciento.

El apunte

Entre dos y tres buses más al día para ajustar la demanda

TMSA, la empresa que cubre la mayor parte de las líneas regulares de autobús en la Isla ha tenido que ajustar el gran aumento de la demanda de usuarios con el refuerzo directo en una ruta concreta y disponiendo entre 5 y 7 expediciones más diarias, en función de los requerimientos. Para ello, normalmente, moviliza entre dos y tres vehículos más cada día, de lunes a viernes.

La primera salida de Ciutadella a Maó, en trayecto directo, ha tenido que incrementarse con un segundo autobús. «Procuramos que en todas las rutas los viajeros vayan sentados, aunque en las distancias inferiores a 30 kilómetros la normativa sí permite que haya pasajeros de pie», explica Jaume Aliaño, responsable de la empresa concesionaria.

En estos casos el conductor ha de estar pendiente de los pasajeros que descienden en Ferreries y Es Mercadal para que no se incumpla la normativa cuando carga en Ciutadella.

Los autobuses de tres ejes -los más largos- disponen de 59 asientos más otras 27 plazas para viajar de pie, mientras que los de dos ejes son de 57 plazas sentados más 19 de pie.

TMSA juega con su flota de vehículos para ir adaptándose a la demanda en las programaciones semanales. Así, autobuses que antes solo hacían una ruta, pueden desviarse para cubrir otra en la misma jornada dependiendo de las necesidades en determinados horarios. Así está sucediendo actualmente, por ejemplo, en los de Maó a Alaior o a Es Mercadal con cierta frecuencia