Unos 85 trabajadores de Jaime Mascaró han hecho huelga este jueves y muchos de ellos también han acudido a la protesta convocada frente a la fábrica de Ferreries. | Josep Bagur Gomila

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La convocatoria de huelga a nivel nacional en el sector del calzado para pedir mejores condiciones laborales y salariales en el nuevo convenio que están negociando patronal y sindicatos ha tenido una incidencia dispar en Menorca.

Donde más respaldo ha tenido la huelga ha sido en la empresa Jaime Mascaró de Ferreries. En otras fábricas los empleados han decidido parar solo entre 15 y 30 minutos, cuando han aprovechado para salir a la calle a protestar y mostrar el apoyo a la convocatoria nacional.

En Jaime Mascaró han hecho huelga unos 85 trabajadores, lo que representa el 65 por ciento del sector de producción de la fábrica, ya que el paro apenas ha tenido seguimiento entre los empleados de las oficinas. Entre las fábricas que se han convocado protestas la mañana de este jueves, además de la de Jaime Mascaró, están Calzados Faner, Homers, Tarsa y Calzados Massanet de Ciutadella.

Protesta de los trabajadores de distintas fábricas de calzado de Ciutadella.

La patronal, en boca de la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca, cifra el seguimiento de la huelga en Menorca en el 28 por ciento, entre los trabajadores que han hecho un paro total y los que solo se han ausentado la media hora que ha durado la protesta.

Antonio Soria, el secretario general de CCOO de Menorca, sindicato que aglutina la mayoría de los representantes del sector del calzado de Menorca, ha valorado de forma positiva la respuesta de los trabajadores. «El respaldo ha sido importante y los empresarios tienen que ver que los trabajadores necesitan estas mejoras», ha asegurado Soria.

Las reivindicaciones

La huelga se ha convocado para pedir el desbloqueo del futuro convenio del sector y exigir mejoras salariales y laborales. Una de las principales demandas es que se aplique con efecto retroactivo desde enero la subida salarial pactada para este año, del 4 por ciento, que de momento no se aplica, y la patronal solo accede pagarla desde julio. También reclaman que los sueldos se revisen en función del IPC y que en caso de una baja los trabajadores cobren desde el primer día, y no desde el cuarto como ahora.

Un sector que da empleo a 745 trabajadores

«El sector del calzado es muy importante para Menorca», remarca Soria, que lamenta que en los últimos años «haya caído» el empleo en este sector. En este sentido, según datos de la Conselleria de Trabajo de mediados de este año en Menorca hay 745 trabajadores afiliados a la Seguridad Social en la industria manufacturera del calzado.

Se trata de unas cifras prácticamente idénticas de antes de la pandemia, aunque muy por debajo del millar de trabajadores que había en los años 2011 y 2012. Desde entonces el empleo en el sector ha ido a menos, situándose en 900 trabajadores entre el 2013 y el 2017, para bajar de los 800 ya en 2019, y en torno a los 650 durante los dos años de la pandemia.

El peso del sector del calzado en el empleo de Menorca también ha menguado. Y es que los empleados del calzado representaban el 4 por ciento de los trabajadores menorquines en activo en 2012, y desde entonces el porcentaje ha ido descendiendo progresivamente, llegando en junio de 2017 al 3,1 por ciento para seguir cayendo hasta representar a mediados de este 2022 el 2,4 por ciento de los trabajadores afiliados a la Seguridad Social.

El apunte

La patronal: «Son los sindicatos que han dado un paso atrás en todo lo acordado»

El presidente de la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca, Juan Carlos Fernández de Salort lamenta que en la última reunión para tratar el nuevo convenio, del que llevan siete meses negociando, «los sindicatos, tras tener las posturas muy próximas, dieran un paso atrás en todo lo que se había acordado».

En este sentido, Fernández asegura que la patronal había acordado un incremento salarial del 4 por ciento para este 2022, con efecto retroactivo desde el mes de julio; a la que se añadirá otra subida del 3 por ciento para 2023; una tercera del 2,5 por ciento en 2024; y una última del 2 por ciento en 2025. Además, la patronal accedió a añadir un uno por ciento, y establecer una revisión salarial con un tope del 2,5 por ciento. En total, asegura Fernández, un aumento salarial de hasta el 15 por ciento en cuatro años.

Por ello, los empresarios del calzado no entienden que los sindicatos en esta última reunión exigieran cambios en la revisión del IPC, además de otros pluses por otros conceptos, y acabar bloqueando las negociaciones del nuevo convenio colectivo.