Canal Salat tiene más presión que los centros de Llevant. Simebal exige agendas con un máximo de 25 a 30 visitas | Gemma Andreu

TW
25

La pandemia obligó a centrar los esfuerzos sanitarios en frenar la covid-19, un paréntesis que dejó otras cuestiones en segundo plano y agotó a los profesionales. Ahora la caja de Pandora de la sanidad pública se ha abierto y hay amenaza de movilizaciones en prácticamente todas las autonomías, también Balears. La Atención Primaria no solo no se recupera sino que está al límite, con agendas en la red menorquina que pueden superar los 40 pacientes de media diaria para los médicos de familia.

El centro de salud Canal Salat es el que tiene las peores agendas, que empiezan por los 35 o 40 pacientes y se van añadiendo «un poco sin fin», afirma Ohiana Aguirre, vocal de Menorca en la Sociedad Balear de Medicina Familiar y Comunitaria (IBAMFIC). Ella es una de los seis residentes que finalizaron este año su formación en la Isla y decidió quedarse; trabaja en el centro de salud de Es Banyer, en Alaior, con contratos que renueva cada cuatro meses -la precariedad laboral que también denuncian los galenos-, «y allí tenemos unos 35 pacientes de media en la agenda y no añaden, es bastante fija», explica.

El refuerzo de plazas les permite tener menos cupo de pacientes por profesional pero aún así esos 35 son diez más de los que reclama el sindicato médico Simebal, que sitúa el límite de agendas entre 25 y 30 pacientes de media al día.

Los anhelados diez minutos por paciente

El objetivo es poder dedicar diez minutos a cada enfermo y no sobrepasar las 1.400 o 1.500 tarjetas asignadas por médico, «aunque deberían de ser muchas menos», asegura el delegado sindical en Menorca, el doctor Claudio Triay. En la actualidad ese número de tarjetas por médico oscila entre 1.600 y 1.800, según datos del Área de Salud. De esas 35 a 40 pacientes de media diaria es cierto que hay visitas que son telefónicas, pero este sistema «es falso que alivia al médico, a veces genera una visita doble, porque el problema no se resuelve y el paciente al final tiene que venir a la consulta», señala Mateu Seguí Díaz, médico de familia en Es Castell y vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en Balears.

Doctor Mateu Seguí: «Es falso que el sistema telefónico alivia al médico, a veces genera una visita doble porque el paciente al final tiene que venir a la consulta»

Noticias relacionadas

«La covid ha dejado un remanente que parece que no somos capaces de sacarnos de encima», opina Seguí, «la situación de Atención Primaria ya iba al límite antes de la pandemia y ahora no da abasto porque hay un exceso de demanda asistencial».

Por su parte Aguirre apunta que el IB-Salut prepara herramientas para mejorar la calidad en Primaria, una es Infosalut, la centralita telefónica para los pacientes, y otra es la gestión de la demanda agua por enfermería pero «hay aspectos que aún tienen que mejorar para que Primaria, como pilar de la sanidad, tenga mejores condiciones y calidad.

Jubilaciones a la vista

La falta de médicos no solo la acusan en el hospital sino también en los centros de salud. Algunos, como Seguí, piensan alargar su vida profesional, pero otros, al ver que las condiciones laborales empeoran, optan por jubilarse y no continuar hasta los 70 años, como se les permite a estos profesionales. «Yo creo que los médicos jubilados pueden compatibilizar un trabajo mínimo si están capacitados», opina Seguí, como vía de paliar la falta de profesionales.

Otra reclamación es que se fidelice a los residentes que acaban su formación en Menorca. Este año «de los que hemos acabado el MIR, una se ha ido a otra comunidad y cinco nos hemos quedado, dos en Primaria y tres en urgencias del hospital».