Llorenç Pons Llabrés y Maria Camps compitieron en 2015 por encabezar la candidatura de Junts per Lô y el primero fue el elegido. | Gemma Andreu

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Desde la disolución anunciada en enero de Junts per Lô, todos los partidos que integran la coalición han comenzado a velar armas electorales. En principio cada uno por su lado, aunque con voluntad de confluir    en una candidatura, al margen del PSOE, lo que supone que habría dos listas de la izquierda, la socialista y otra. La reorganización es comprensible, representan ideas e incluso masas sociales diferentes.

Políticos experimentados como Josep Portella y la actual líder de Junts per Lô, Maria Camps, coinciden en esa impresión. También los responsables de los distintos partidos al dar por hecho que el PSOE, que gobierna ahora el país y la comunidad autónoma, no se diluirá en coaliciones en las que sus siglas desaparezcan.     

Asamblea socialista

Los socialistas trabajan con esa idea desde enero, «nos vamos preparando» e incluso «tocando gente para organizar un buen equipo», explica Antoni Perea, secretario general de Alaior.

Este lunes ha convocado la asamblea de afiliados del municipio para acordar el procedimiento a seguir en la preparación de lista y programa. Hay aspectos decididos como acudir a las urnas con marca propia, algunos afiliados aún sostienen que fue un mal negocio perderla en las elecciones locales.

La decisión de no coaligarse con nadie está tomada desde enero. Desde entonces, Perea reconoce un ambiente favorable a las opciones socialistas, «la población demanda un cambio y el PSOE está en esa apuesta», asegura. En su opinión, la estructura local de oferta educativa, sanitaria y deportiva la creó el PSOE y ha de ser este partido «quien la reactive e impulse el trabajo municipal, llevamos diez años sin el plan general aprobado», añade.

No hay de momento cartel electoral, la elección del número uno es una operación delicada y el medio año que queda aún para las elecciones tampoco aconseja precipitarse. «Apostaremos por personas que trabajen para el pueblo sin otras prioridades», dice con crítica implícita al gobierno actual. Liderar el partido en el ámbito local le posiciona como candidato, aunque solo lo aceptaría «si el partido me propone», confiesa Perea.     

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Més, la fuerza de la marca

Més per Menorca afronta la situación política de Alaior desde el convencimiento de que dispone de una marca consolidada y electoralmente muy competitiva. Por esa razón trabaja en un equipo propio «con la intención de presentarnos», señala Víctor Ferrer, cuyo nombre ya ha sonado como candidato.

Él mismo lo desmiente, «no está decidido el número uno», señala, y advierte que no se cierran a conversaciones con otras fuerzas y sumar sensibilidades. Se trata de Podemos y Esquerra de Menorca con las que ha acudido en coalición, con gestión de gobierno además, en Maó, Sant Lluís, Es Castell y Ferreries y con representación como segunda fuerza en Es Mercadal.

«Las sensaciones son buenas, vemos factible ir solos, así nos lo habíamos planteado inicialmente», apunta Ferrer sin descartar el acuerdo unitario. De Podemos se ignora su posición, aunque la lógica de otros municipios hace pensar que están en la línea de una candidatura conjunta.   

La temida dispersión de EM

Esquerra de Menorca ha logrado representación en solitario en convocatorias pasadas en Alaior, pero no es lo mismo que aspirar a lograr una mayoría de gobierno. Para ello su apuesta pasa por una opción progresista al margen del PSOE. «Pero no hay nada concretado, está muy verde», reconoce Luis López, concejal de este partido en Junts per Lô.

Considera que tres candidaturas de izquierda dispersarían el voto y les perjudicaría a todos, «en grandes convocatorias y a otros niveles sumamos, en el local es diferente, cuesta más la identificación del discurso, el elector vota en clave nacional», analiza.

Señala López otros factores a tener en cuenta, «han pasado ocho años, una pandemia, aquel movimiento del 15-M queda lejos, hay que estudiarlo todo bien para decidir», argumenta, aunque la apuesta por la convergencia no ofrece dudas.

El apunte

El número uno y el peso electoral de cada partido, factores de decisión

Quién asume el cartel electoral o, lo que es lo mismo,    quién es el candidato a alcalde es uno de los aspectos clave a la hora de cerrar un acuerdo de candidatura unitaria, aunque las fuerzas que participan en la negociación acostumbran a relegarlo para destacar que lo importante es el equipo. Es decisivo también para los electores, quienes en muchos casos votan únicamente en función del número uno. Además de ese habitual punto de tensión, ha de tenerse en cuenta el peso electoral de cada partido, un asunto que no es fácil determinar porque no hay antecedente previo y cercano en elecciones locales.