Mapa de los recorridos y, ampliada, la zona de Es Mercadal con rutas como la de S’Arangí.

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La planificación de zonas de avituallamiento, descanso y disfrute de la naturaleza y las vistas, con barandillas en miradores, bancos, arbolado, aparcabicis, cargadores USB solares, bebederos para caballos o pérgolas vegetales en una red de 25 rutas terrestres de la Isla ha finalizado y ahora falta, a lo largo de 2023 y 2024, implementar estas acciones e instalar los elementos necesarios en los espacios elegidos. El objetivo de este proyecto es dar un nuevo impulso al turismo activo terrestre, en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística Menorca Reserva de Biosfera-Turismo 0 CO2, cuyo ente gestor es el Consell insular.

El diseño de esta red tiene su origen en senderos que ya existían físicamente en el territorio menorquín, de diferentes usos y tipologías, longitudes y temáticas. Isabel Fernández y Clara Rey, representantes del equipo técnico que ha elaborado el proyecto, y Laura Ruiz, directora insular de Promoción Turística y Fondos Europeos, dieron a conocer ayer en la sede del Consell los detalles de esta actuación con tres ejemplos concretos: Torre d’en Galmés, Son Bou y el Barranc des Rellotge.

En el primer caso, en el poblado talayótico, se realizarán dos intervenciones, una próxima al centro de interpretación como zona de espera para las visitas guiadas. Se colocarán bancos, un aparcabicis, una fuente aprovechando que ya existe acometida de agua, un cargador solar y se plantarán árboles que den sombra. En Son Bou, con una ruta circular de alto valor ornitológico por la existencia del prat se programan tres intervenciones, una de ellas será una zona de descanso que conecta con el Camí de Cavalls con bancos, un bebedero de caballos y arbolado. Por último, en el Barranc des Rellotge, un punto en el que confluyen los usos de senderismo, ecuestre y con bicicletas, se prevén cuatro intervenciones. La detallada ayer es la diseñada para la cantera de Santa Ponça, donde no se instala mobiliario sino una barandilla que da seguridad en el mirador natural ya existente, un elemento de estilo tradicional y una acción mínima pero necesaria para disfrutar sin riesgos de la panorámica. Además, en el inicio de la ruta en la zona de aparcamiento se colocará un aparcabicis y una fuente, actuación que servirá para ordenar el espacio de acceso a la cantera.

Tanto Isabel Fernández como Clara Rey, de las empresas autoras de esta planificación, destacaron que el mobiliario es discreto e integrado, ya que el protagonismo recae en el paisaje y el patrimonio de los caminos. Para la directora de Promoción Turística, Laura Ruiz, articular y mejorar esta red significa «dar valor a 25 rutas que ya existían sin ser intrusivos, con pequeñas acciones para darlas a conocer». El Plan de Sostenibilidad contempla además la comunicación y difusión de esta oferta de caminos, que también correrá a cargo de la Fundació Foment del Turisme, aseguró.

La iniciativa para localizar y definir los puntos de interés, los miradores y zonas de descanso y avituallamiento en las que se colocará el mobiliario ha sido presupuestada en 11.950 euros y las 25 rutas giran en torno a diferentes temáticas, como son su interés geológico, histórico, ornitológico, paisajístico, etnográfico, hídrico, cultural, faunístico y ecológico entre otros. La red está pensada para turistas y residentes, y las actividades que permite son múltiples, como el senderismo, trekking, nordic walking, avistamiento de aves, cicloturismo, BTT, o paseos a caballo.

El apunte

Los elementos que se instalarán en áreas de descanso o miradores respetan el paisaje

Las 25 rutas identificadas discurren por Cala Morell, Barranc d’Algendar, las Playas del sur de Ciutadella, Es Torretó, Alforí de Dalt, Castell de Santa Àgueda, S’Ermita, Binimel·là, Fornells, Monte Toro, S’Arangí (tres itinerarios), Es Pou Vell, Barranc de Binigaus, Son Bou, Barranc des Rellotge, Torre d’en Galmés, Cales Coves, Camí d’Addaia, Sa Gola, Maó-Llumaçanes, Punta Prima, Es Castell-Trebalúger y Cala Sant Esteve. Además, algunas de las zonas de descanso o panorámicas que se planifican enlazan con la gran ruta del Camí de Cavalls, dando servicio a la misma. Es el caso de Son Bou, que no es una ruta ecuestre pero sin embargo dispondrá de bebedero para caballos porque conecta con el sendero que circunvala toda la isla.