Los vecinos denuncian que aún no se haya resuelto la problemática del agua en la zona. | Carla Colmenero

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La asociación de propietarios de Binissafúller Roters se mantiene firme en su reclamo de suspender las contribuciones especiales que deberán aportar para financiar el proyecto de mejora de las infraestructuras en este núcleo costero de Sant Lluís. Tras aprobarse, el pasado mes de noviembre en el pleno del Ayuntamiento, la imposición y ordenación de estas cuotas para efectuar las obras, el colectivo presentó un recurso de reposición y no está dispuesto a dar ni un paso atrás. Si la respuesta es negativa o, directamente, no hay contestación por parte del Ayuntamiento en estos días, indica el presidente de la asociación vecinal de la urbanización, Guillem Mercadal, el caso deberá debatirse en los tribunales.

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Insisten en que están obligados a pagar el 90 por ciento de los más de 4,7 millones de euros para ejecutar unas obras que derivan de la «absoluta falta de inversiones» del Consistorio «a pesar de los aumentos progresivos del IBI». Recuerdan, en este sentido, que el Ayuntamiento es el responsable del mantenimiento de Binissafúller Roters desde que recepcionó la urbanización en el año 2000. «Desde esa fecha no se ha efectuado ninguna obra de mantenimiento significativa y esto ha comportado el deterioro absoluto y vergonzoso de la urbanización», denuncia Mercadal, en representación de los vecinos de la zona.

«Pedimos que se cumpla la ley»

La toma de decisiones municipales ha empujado a los propietarios de Binissafúller Roters a contratar servicios de asesores jurídicos y técnicos que aseguran que «todo el proceso tiene vicios de nulidad». Entre otras cosas, afirman que el proyecto infringe el planteamiento vigente y la resolución del presidente de la Comisión Balear de Medio Ambiente. «Solo pedimos que se cumplan las leyes y normas legales», subrayan los vecinos, que, además, critican que aún no se haya resuelto la problemática del agua en la zona, que no es apta para el consumo humano. Piden, por todo esto, suspender el proyecto y redactar otro que cumpla con lo que dispone la Ley de Urbanismo de Balears.

El apunte

Los vecinos tienen que pagar por la reforma entre 1.800 y 230.000 euros

«La imposición de contribuciones especiales supone una vulneración del principio de igualdad con los ciudadanos del pueblo», denuncian los vecinos de Binissafúller Roters, que consideran «improcedente» la formulación y aprobación municipal de un proyecto de obras que tiene «muchas carencias» y un coste «inasumible» para los propietarios de este núcleo.

Sobre esto, explica el presidente de la asociación vecinal de la urbanización, Guillem Mercadal, «muchos somos jubilados que tenemos acceso a pensiones reducidas y el hecho de tener que pagar, a partir de ahora, estas contribuciones especiales nos tiene a algunos desesperados», reconoce.

Las cantidades a pagar, según da a conocer Mercadal, oscilan entre los 1.800 euros (la aportación más económica) y los 230.000 euros (la contribución más cara), que deberán empezar a abonar una vez se inicien las obras en el núcleo costero de Sant Lluís, previstas para el segundo semestre de 2023.