La mayor inversión prevista será el inicio 20 años después del proyecto de urbanización de Binissafúller. | Gemma Andreu

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Los últimos presupuestos que elabora el equipo de gobierno de Sant Lluís antes de las elecciones recuperan la tendencia al crecimiento que se había frenado con la pandemia. El Ayuntamiento del municipio del levante insular gestionará 14,1 millones de euros en 2023, una cifra récord que aumenta como hacía años que no lo hacía, algo más de un siete por ciento.

Las cuentas que se debaten este jueves en pleno reflejan un importante incremento de los ingresos, básicamente por el aumento de la recaudación y las contribuciones especiales y, sin embargo, mantienen la prudencia en el capítulo de inversiones, que queda en los mismos valores que el año anterior a la espera de que fructifiquen más fondos de otras administraciones.

Las arcas municipales se engrosarán el año que viene por varias vías. La mayor fuente de financiación municipal, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), verá incrementar su partida en 366.584 euros, un 6,78 por ciento, básicamente por el ‘catastrazo’, la fuerte revisión del valor catastral que ha sufrido una gran mayoría de inmuebles y que se irá repercutiendo paulatinamente en el IBI en la próxima década. En 2023 el Consistorio aplicará la primera subida anual, del diez por ciento. Para el siguiente buscará medidas compensatorias para hacer más llevadero el varapalo a los vecinos.

Aunque el mayor incremento relativo de los ingresos municipales llega de la mano del impuesto de construcciones, reflejo de la revitalización de la actividad urbanística tras la pandemia. El año pasado las previsiones se quedaron cortas y para el próximo sí se han hecho cálculos más ajustados al dinamismo que está mostrando el sector de la construcción.

No obstante, el gran aumento de ingresos en números absolutos, cerca de 700.000 euros más respecto a 2022, se da en el capítulo tercero. Lo protagonizan los propietarios del sector IV de Binissafúller Roters con sus contribuciones especiales, que el Consistorio dedicará a las primeras inversiones del proyecto de mejora de las infraestructuras de urbanización de este núcleo costero.

¿Más financiación en 2023?

Todos esos incrementos, sumados al de las transferencias corrientes de otras administraciones vienen a compensar el descenso el dinero que llegará el año próximo desde administraciones de mayor rango. El año pasado esos ingresos presentaban cifras muy superiores por inversiones importantes -y que todavía no han dado su fruto- como las de la reforma de la calle Sant Jacint y la de los muelles de Alcalfar.

Desde el Consistorio confían en que a lo largo del año próximo se puedan anunciar más inversiones con financiación externa «no contempladas inicialmente por el principio de prudencia». Por el momento, los presupuestos que se aprobarán el jueves prevén una inversión de 2,15 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,05 por ciento respecto a 2022.

Lo que sí que aumentarán considerablemente son las partidas de costes de personal y de gasto corriente. El equipo de gobierno justifica esos aumentos, del 8,6 por ciento y del 11,4 por ciento respectivamente por el incremento salarial dictado por el Estado y por la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo que se produjo recientemente para dar estabilidad a la plantilla.

El gasto para el funcionamiento de la administración se verá afectado también por el encarecimiento de productos y servicios debido a la inflación, así como por el aumento de la aportación municipal al Consistorio al Consorci de Residus i Energia, que finalmente el municipio ha decidido no repercutir en la tasa de basura. Desde el equipo de gobierno subrayan que el gasto social se situará en los 2,1 millones de euros y lamentan nuevamente la «losa» que supone la sentencia de Orfila SL, que se come el 5,5 por ciento de los presupuestos para 2023.

El apunte

El gran proyecto, a cargo de los vecinos para iniciar la urbanización de Binissafúller

El gran proyecto inversor que prevé acometer el año próximo el Ayuntamiento de Sant Lluís será el inicio de las obras de urbanización para mejorar las infraestructuras del sector cuarto de Binissafúller Roters. A esas obras se destinarán 584.533 euros, un 27 por ciento de los 2,15 del total del capítulo de inversiones. La mayor parte de ese dinero proviene de las contribuciones especiales que deberán pagar los propietarios de casas y terrenos de la zona costera. En el listado de inversiones también destacan partidas como los 250.000 euros que se destinarán a la instalación de placas solares en edificios municipales, o los 235.000 euros que se reservan para diversas actuaciones de remodelación y mejora de infraestructuras, señalización y vías públicas del litoral del municipio. El Consistorio vuelve a reservar para el año próximo 100.000 euros para que sean los vecinos los que decidan a qué dedicarlos.

Las claves
  1. Se mantiene el esfuerzo social en 2,1 millones de euros

    El equipo de gobierno asegura que estas cuentas suponen los del regreso a la «normalidad» tras la pandemia, pero las nuevas amenazas que se derivan de la escalada inflacionista le llevan a mantener una partida elevada de gasto social de 2,1 millones.

  2. La revisión del valor catastral aumenta los ingresos por IBI

    La fuerte revisión del valor catastral que ha sufrido las mayoría de los inmuebles hace que la recaudación prevista por IBI, la mayor fuente municipal de ingresos aumenten para el año próximo un 6,8 por ciento, 366.500 euros más que en 2022.

  3. No repercute en la tasa de basuras el aumento de costes

    El equipo de gobierno ha decidido no repercutir en una subida de la tasa de basura el aumento de su aportación al Consorci de Residus i Energia de Menorca, lo que viene a agravar el déficit del servicio municipal.