Parque fotovoltaico a medio construir al sur de Ciutadella.

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Antes del 30 de junio del año que viene, los parques solares que tienen la ayuda pública preconcedida de las dos subastas de renovables tendrán que acreditar no solo que están construidos, sino que están conectados a la red y aportando energía al sistema. De no cumplir con ese calendario, que ya ha sido prorrogado en dos ocasiones, perderán el dinero. A medio año de que expire el plazo, ya hay promotores que prácticamente dan por hecho que no llegan.

Muchos de ellos ya están en construcción y prevén que la obra civil pueda terminar a tiempo. El problema es que una vez terminada la instalación deben iniciar un viacrucis burocrático, plagado de hitos secuenciales –que no pueden avanzar en paralelo– para los que dependen de Red Eléctrica o Endesa, en función de si deben conectarse a la red de transporte en alta tensión o a la red de distribución en tensión media. Hay promotores como el del parque Royal Son Bou, el proyecto más avanzado, que ya ha terminado las obras e iniciado ese camino que se puede demorar meses. En ese caso, no hay temor a perder la subvención. A otros todavía les quedan obras por realizar y denuncian, por decirlo suavemente, que no están encontrando demasiadas facilidades para tramitar la conexión.

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Desde la Dirección General de Energía del Govern son totalmente conscientes de que hay muchos parques solares que van realmente justos y han recibido quejas al respecto de la poca celeridad que los promotores se encuentran a la hora de realizar los trámites para la conexión a la red. En ese sentido, reclaman diligencia tanto a Red Eléctrica como a Endesa y aseguran que si algún promotor cree que está siendo víctima de malas prácticas deben hacer una reclamación –no han recibido ninguna– y harán llegar un requerimiento a las empresas.

Desde el Govern aseguran que no pueden hacer más para acelerar el proceso y están convencidos que los parques se llevarán a cabo aunque esté en riesgo el cobro de las ayudas. En ese sentido, subrayan que el mercado eléctrico ha cambiado sustancialmente desde que se aprobaron esas líneas de ayuda en los años 2019 y 2020. El precio de la electricidad que los promotores planificaban percibir cuando elaboraron sus proyectos se ha disparado tras la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania y ahora los proyectos son mucho más rentables. «Nadie los va a dejar ir porque no reciban la subvención», enfatiza el director general, Pep Malagrava.