El aeropuerto de Menorca ha ganado casi 1,3 millones de pasajeros en una década. | Gemma Andreu

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En el año 2016 los controladores aéreos menorquines, no demasiado amantes de la exposición mediática, alzaban la voz para reclamar más personal ante la escalada que estaba sufriendo el tráfico aéreo. Denunciaban que solo eran «diez en plantilla fija más tres que no pueden marcharse pese a tener un traslado aprobado y dos en comisión de servicio». Lamentaban que desde 2013 el tráfico había crecido un 17,5 por ciento y que seguían con el mismo personal. Seis años después los controladores vuelven a alzar la voz pero esta vez la situación se ha agravado.

Según explica la jefa de instrucción de la torre de control, María José Quintnaa, en estos momentos la plantilla fija sigue contando con diez personas y hasta el 30 de noviembre había cuatro controladores en comisión de servicio. Ahora hay uno menos. Es una situación prácticamente igual –más allá de los vaivenes de una plantilla muy poco estable– a la que se vivía en el año 2013, hace una década. Sin embargo el Aeropuerto de Menorca dista mucho de ser el mismo.

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Las estadísticas de pasajeros, que a falta de las históricas del número de operaciones sirven de indicador, muestran un incremento espectacular. En la última década el número de viajeros ha crecido un 50 por ciento,    de los poco más de 2,5 millones de 2013 a más de 3,8 millones en 2022, a falta de los datos del mes de diciembre. Sin embargo la dotación que le corresponde al Aeropuerto de Menorca siguen siendo 15 personas y lleva diez cubriéndose a duras penas con comisiones de servicio, personal de refuerzo temporal que proviene de otros aeropuertos.

Esta situación, que ha agravado su sobrecarga de trabajo, lleva a los controladores a reclamar un aumento de categoría para Menorca acorde con la evolución de su tráfico aéreo. Quintana explica en un vídeo difundido por el sindicato de controladores Spica que otros aeropuertos con un menor tráfico de aeronaves como el de Girona –o incluso el de Bilbao en los meses de verano– son de mayor categoría que Menorca, lo que les permite tener una mayor dotación de controladores.