Una tienda de fruta y verdura, en el centro de Ciutadella | Gemma Andreu

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Quienes en su rutina cotidiana acudieron ayer al súper o a la tienda del barrio en la que llenan la cesta de la compra de productos básicos apenas notaron el impacto de la desaparición del IVA. «Respecto a lo que compro cada lunes me parece que me he ahorrado un euro», confesaba un cliente a la salida de un súper.

Desde ayer no se cobra el impuesto en las legumbres, las patatas, la leche, el queso, los huevos, la verdura, la fruta y los cereales. En el caso del aceite y la pasta ha bajado del diez al cinco por ciento. Pero no es fácil detectarlo porque en las etiquetas de estos productos solo se marca el precio final que se cobra al cliente y es bastante variable, de manera que la comparación resulta difícil.

Los supermercados y las tiendas de proximidad hicieron los deberes y desde la apertura lucían los precios rebajados un cuatro por ciento respecto al sábado. La empleada de un supermercado aseguraba que desde las cinco de la mañana estaba en su puesto de trabajo para actualizar los precios de la fruta y la verdura. En otro súper, dos empleadas se dedicaron a la misma tarea dos horas antes de la apertura del establecimiento.

En una frutería del barrio de Camí de ses Vinyes de Maó también se observaba una pegatina superpuesta a la vieja con el precio actualizado. El responsable de la misma dedicó dos horas de la tarde de Año Nuevo a esta tarea para cumplir con las medidas del Gobierno.

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El pan, producto generalmente de compra diaria, también se vende sin IVA. | Gemma Andreu

La actualización se había realizado sobre todo con el producto fresco que se vende a granel, que fue reetiquetado en su totalidad. Con los productos envasados no había tanta prisa, en los supermercados el cambio de precio se realiza a través del código de barras. Por esa razón, a productos como el queso ayer todavía no le había llegado la rebaja que supone la eliminación del IVA. «Lo iremos haciendo estos días a medida que nos llegue la mercancía con el nuevo código», señalaba el responsable de una gran superficie de Maó.

Los clientes en general mostraban escepticismo y coincidían en que este descuento resulta inapreciable después de un año padeciendo una altísima inflación. «Ahorrarme ahora un euro cuando respecto al año pasado me supone 15 o 20 euros más me hace una cuenta muy cara, salimos perdiendo de todas todas», comentaba una clienta al salir del súper con el carro cargado de todo tipo de género.

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La eliminación del IVA de los productos básicos se traduce en unos céntimos, por lo que su rebaja total en la cesta de la compra resulta escaso. «Es una mínima compensación a meses de subidas insoportables. Entiendo la medida del Gobierno y no debe despreciarse, pero resulta insuficiente, el problema es el control de los precios, esta rebajita es una tomadura de pelo, te quitan cuatro céntimos por aquí y te suben cuatro euros por allá», según el análisis de otro cliente.

Precios

Esa reflexión era compartida por varios de los compradores que ayer estrenaban el año con la rutina de un lunes cualquiera. Más que en el debate del IVA su interés iba hacia los precios visibles en la estantería del súper.

«El kiwi lo he visto a 7,65 euros, aunque sea de calidad extra me parece carísimo. Y los ajos, por muy extra que sean, no pueden venderse a 6,75», comentaba una clienta al salir con el carro.

La Asociación de Consumidores de Balears, Consubal, calcula que con la retirada del IVA de los productos básicos una familia media ahorrará 27,8 euros al mes, según su presidente, Alfonso Rodríguez.

Pan: la mayoría panaderías mantiene el precio del año pasado

Entre la decena de panaderías consultadas solo dos reconocen que han reducido el precio un cuatro por ciento, el correspondiente al IVA que grava este producto básico. El resto mantenía el precio de la semana pasada. En un caso aseguran que tiene la intención de hacerlo, aluden a una cuestión informática, y en otro están en proceso de aplicar la rebaja equivalente a la eliminación del impuesto para los productos básicos.    Pero la mayoría se mostró reacia a bajar el precio, «la materia prima ha subido tres veces en los últimos meses y además la medida del Gobierno afecta solo a dos tipos de pan. A principios de año teníamos prevista una actualización y hemos decidido no aplicarla», explicaba la responsable de una cadena menorquina de panaderías cuyo margen de negocio ya es bastante bajo.

Fruta: el reto de encontrar por debajo de 1 euro el kilo

Desde que pagamos con euros, hace 20 años, solo modestos productos de temporada tenían un precio inferior a un euro. El subidón experimentado este verano ha eliminado esa barrera simbólica y es muy difícil que algún producto baje de esa valoración. Un recorrido ayer por supermercados y tiendas de proximidad reveló solo un caso de precio inferior al euro, unas zanahorias a 0,85 euros el kilo en un súper. En otra tienda    no muy lejana, se vendían a 1,85.

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