Una imagen del lleno en Cala Mitjana, una de las playas que se publicitan como vírgenes, durante la temporada alta. | Josep Bagur Gomila

TW
33

La Ley de Reserva de Biosfera, que se debatirá mañana en el Parlament balear, permitirá al Consell insular restringir el acceso y el tránsito de personas en espacios de relevancia ambiental, paisajística o patrimonial para evitar que se produzcan daños o aglomeraciones. Esta limitación, que también afectará a la práctica de determinadas actividades o a la afluencia de vehículos de motor, con excepción de los autorizados, podrá aplicarse con un acuerdo del pleno de la institución, lo que supone un avance en la potestad del Consell para controlar la posible masificación de zonas naturales, ya que hasta ahora solo podía hacerlo adoptando medidas sobre su terreno competencial, la movilidad, con la implantación de líneas de autobús o cerrando vías secundarias y caminos. Así ha sido, por ejemplo, en el faro y las playas de Favàritx o en Punta Nati, debido a la gran afluencia de visitantes, y el siguiente lugar al que llega en verano mediante un bus lanzadera podría ser el faro de Cavalleria, el Consell ya anunció que trabaja en ello.

El artículo 24 de la ley que se vota en el Parlament señala que el Consell «para evitar que se produzcan daños o aglomeraciones en determinados espacios de relevancia ambiental, patrimonial y paisajística, y mediante un acuerdo de pleno, puede acordar limitar temporalmente el acceso y el tránsito de personas, la práctica de determinadas actividades o la afluencia de vehículos de motor». Los vehículos autorizados para acceder a estos espacios naturales, dedicados al transporte público de viajeros, «deberán ser prioritariamente de bajas emisiones», recoge el texto.

Hay más de 300 enmiendas que se mantienen vivas para el debate parlamentario. El Grupo Popular planteaba que esa limitación de acceso a espacios naturales se acuerde con informes técnicos que la avalen, algo que según el conseller menorquín de Medio Ambiente, Josep Juaneda, se da por supuesto aunque no esté explicitado en el texto. Añade que, si se tiene que «regular, no prohibir» el acceso de visitantes y actividades en algún entorno vulnerable, será de acuerdo con los estudios técnicos sobre capacidad de carga de que disponga la institución.

Esta limitación que establece la ley es, según Juaneda, «una herramienta» que tendrá el Consell para poder decidir, pero afirmó que «no está pensada para un área concreta, dependerá del estado de cada uno de los espacios» y se decidirá «en función de una realidad cambiante». Tampoco está pensado aún si se establecerían sistemas de reserva de entrada on line o cupos concretos de visitantes, eso corresponderá al desarrollo de la ley.