La presidenta Susana Mora en la tribuna de invitados del Parlament durante el debate de la Ley de la Reserva de Biosfera.

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La presidenta del Consell, Susana Mora, quiso vivir en directo uno de los momentos históricos de su legislatura. Siguió desde la bancada del público el pleno del Parlament junto a consellers, directores insulares y compañeros de partido.

Estamos ante un día histórico para Menorca. ¿Por qué?

-Por dos motivos. Primero, porque el Parlament viene a reconocer el modelo que Menorca ha luchado por tener. Un modelo que hace treinta años ya quedó consagrado con la declaración de Menorca como Reserva de Biosfera y que ahora está siendo un modelo imitado por muchos territorios entorno a parámetros de sostenibilidad. Pero no queda aquí. Sino que supone un paso más en el camino que hemos hecho como menorquines. Nos dota de un marco jurídico, del que hasta ahora carecíamos como reserva de biosfera, que da solidez jurídica al modelo y herramientas y financiación para seguir adelante con el mismo.

Apunta a la financiación. ¿Será suficiente?

-Desde el primer borrador siempre habíamos hablado de 5 millones porque cuando hablamos de analogía presupuestaria, para poner una cifra orientativa y no generar problemas dentro de la Comunidad Autónoma, nos mirábamos en el espejo de la Ley de Capitalidad de Palma y luego de Eivissa. Era una cifra mínimamente objetiva por comparación, que siempre puede ser mejorable. Es un buen punto de partida. A partir de aquí, se prevén revisiones para adaptarla a las necesidades que tengamos.

A efectos prácticos, ¿qué es lo primero que notará el ciudadano?

-Los primeros efectos son que ante ciertos debates que podíamos tener, siempre estábamos al albur de que las decisiones finales las tuviera el Govern. Por ejemplo, el debate de la limitación de vehículos. Es un debate que debemos tener, sin prisas, sin nervios, y para el que tenemos ahora herramientas para gestionar. Igual ocurre con otras materias para las que la Ley nos faculta. La mayor capacidad de decisión y competencia la notarán de carácter inmediato.

¿El texto bebe de la esencia menorquina o ha sido demasiado ‘peinado’ por la Comunidad Autónoma?

-Si miramos el texto, ha quedado pulido en aspectos jurídicos y de mejoras técnicas, pero la esencia política y de modelo ha quedado íntegro. Se ha hecho un trabajo desde el rigor por parte de todos los grupos para intentar respetar la voluntad de Menorca y hacer aportaciones sin desvirtuar el modelo, sino solo de mejora.

¿La limitación de entrada de vehículos y de acceso a espacios vulnerables se harán efectivas este verano?

-Lo veo complicado de cara a este verano. El mensaje es que hemos hecho un paso importante porque Menorca puede decidir en torno a temas tan importantes como estos, temas que requieren de un debate y que deben ser debatidos por la sociedad menorquina. Y seremos nosotros los que decidiremos con la legitimidad que nos da la Ley. Es la gran meta lograda hoy (por ayer).

¿Por qué ve complicada su aplicación en los próximos meses?

-Es cierto que la Ley nos remite a un acuerdo de pleno, pero este acuerdo tiene que estar lo suficientemente motivado con un estudio técnico, un informe jurídico y, además, hay una parte política de sentarse con las navieras, empresas de coches. Cómo, cuándo y hasta qué limite, son aspectos que requieren sentarse. Por nosotros no quedará, intentaremos hacer todo lo que entraña la decisión de aquí a la temporada, pero somos conscientes del poco tiempo que queda. No lo aceleraremos para tener una medida a cualquier precio. Menorca es soberana para decidir qué quiere hacer en este aspecto. Esto ya es una meta en sí misma. Pero, correr para hacer una propuesta que no satisfaga los objetivos de nadie, no tiene sentido.

Hay voces que hablan de una ley demasiado intervencionista. ¿Qué les diría?

-En absoluto. Es una ley que si se mira desde la perspectiva de modelo de isla es muy continuista con el modelo que tenemos. La mayoría de planes ya existen y son herramientas de gestión del propio Consell, pero las elevamos a ley. Y muchas de las medidas ya se aplican pero se elevan a rango de ley para dar esta validez al modelo de preservación y que es el modelo que nos ha llevado hasta la Menorca que tenemos y que queremos preservar.

La Ley ha salido adelante sin lograr un consenso político. ¿Puede este hecho tener consecuencias de cara al futuro?

-Espero que no. Es una ley muy de modelo. En el debate se apelaba al éxito de la declaración como reserva de biosfera con un consenso absoluto. Me hubiera gustado suscitar el consenso y poder decir que es una ley de todos, pero también entiendo que hay un fondo que separa la derecha de la izquierda. Espero que de aquí a unos años, al igual que ha pasado con la ley del Camí de Cavalls, todo el mundo se vanaglorie de tenerla.