Paula Alfonso es investigadora predoctoral y se centra en el tumor cerebral más agresivo y frecuente.

TW
8

Paula Alfonso Triguero (Menorca, 1996) ha estudiado Biología en la Universidad de Alcalá de Henares y tiene un Máster en Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Actualmente, realiza el doctorado en Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina de la UAB en dos grupos: «Nanostructured Functional Materials», del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología, e «Ingeniería de proteínas y Nanomedicina», del Instituto de Biotecnología y Biomedicina.

Desde que empezó el 1 de octubre del 2020, su trabajo como doctorando consiste en realizar experimentos con bases científicas para aprender y conocer más sobre el glioblastoma multiforme. Se trata del tumor cerebral en el que Paula Alfonso ha centrado su tesis, que dirigen los doctores Daniel Ruíz Molina y Julia Lorenzo Rivera. Con su investigación pretende contribuir en la mejora del pronóstico de los pacientes diagnosticados de glioblastoma multiforme.

¿Cuál es la realidad de esta enfermedad respecto a tratamientos y supervivencia?

-El glioblastoma multiforme es el tumor cerebral más agresivo y frecuente. Actualmente, existe un tratamiento estándar de atención que consiste en cirugía, extirpando todo el tumor que se pueda, radioterapia y quimioterapia. El quimioterapéutico más utilizado es la Temozolomida. Sin embargo, la supervivencia media de los pacientes después de la cirugía es de solo 12 a 15 meses.

¿En qué centra su investigación?

-Dos de los problemas que subyacen a la baja supervivencia de estos pacientes es que muy poca cantidad de Temozolomida llega al cerebro y muchas células de glioblastoma multiforme son resistentes a ella. El primer objetivo de mi investigación consiste en intentar mejorar la captación de Temozolomida al cerebro. El segundo consiste en intentar entender algunos de los mecanismos de resistencia a la Temozolomida implicados en la supervivencia de las células de glioblastoma multiforme.

¿En qué punto está su estudio y qué va concluyendo?

Noticias relacionadas

-Estoy en la mitad de mi doctorado. El primer año ya empecé a realizar los ensayos. En cuanto al primer objetivo de mi investigación, los resultados obtenidos hasta ahora muestran que la vía intranasal podría ser una ruta muy prometedora para el transporte de fármacos hasta el cerebro. Muy pocos fármacos pueden llegar al cerebro porque está protegido por la barrera hematoencefálica. Sin embargo, la administración intranasal de Temozolomida nanoencapsulada podría mejorar la captación de este fármaco al cerebro al evadir esta barrera. Respecto al segundo objetivo, los resultados obtenidos hasta ahora muestran que algunas proteínas antiapoptóticas (que impiden la muerte de la célula) estarían implicadas en la resistencia de las células de glioblastoma multiforme a la Temozolomida. En este sentido, resultados con células y ratones muestran que la combinación de Temozolomida con algunos fármacos antiapoptóticos podría evitar esta resistencia.

¿Hay avances en la investigación y el tratamiento del cáncer?

-Sí, aunque creo que todavía hay mucho camino que recorrer. Se debería trabajar más en red porque el estudio del cáncer es complejo. También creo que debería haber más apoyo económico. Para que un grupo de investigación pueda obtener financiación, es necesario publicar muchos artículos científicos sobre los resultados que se obtienen en el laboratorio. Debido al insuficiente apoyo económico, parece que se busca más publicar que saber, y eso no deberíamos perderlo. Ojalá no tuviésemos que estar supeditados a la cantidad de artículos científicos que hay que publicar.

¿Cómo esta viviendo esta experiencia?

-La investigación científica es apasionante y a la vez frustrante porque no es fácil obtener resultados prometedores. Esta dificultad sumada a la complejidad del cáncer hace que todavía sea más tortuoso el camino. Sin embargo, cualquier nuevo conocimiento es útil para seguir avanzando contra el cáncer. Una mayor inversión en el estudio de los mecanismos implicados en el cáncer podría permitir un mayor avance. Apostar por la teoría siempre será un acierto, puesto que te permite tener una base sólida para luego aplicarla a la práctica con nuevas terapias.

¿Cuál es su motivación para continuar investigando en este campo?

-Siempre me ha gustado mucho la biología, sobre todo los mecanismos moleculares implicados en las células. El doctorado me permite seguir estudiando estos mecanismos y profundizar más sobre los temas que más me gustan de la biología, como el cáncer. Mi principal motivación para continuar investigando sobre el glioblastoma multiforme es la baja supervivencia de los pacientes con este tumor cerebral. Intentar entender más a fondo los mecanismos moleculares de este tumor podría ayudar a desarrollar nuevas terapias contra el glioblastoma multiforme.