El radar instalado frente al polideportivo de Maó y que limita la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora. | Gemma Andreu

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Las cuatro empresas de alquiler de vehículos consultadas ayer por este diario han asegurado que en todo el año no han recibido ni una sola denuncia por exceso de velocidad en alguno de los tramos donde se hallan ubicados los tres radares que el Ayuntamiento de Maó instaló hace un año.

Su testimonio es una referencia apropiada para conocer si han existido multas o no en estos doce meses, ante la negativa sistemática del Ayuntamiento a facilitar datos sobre los registros de sanciones de estos tres dispositivos. Las empresas de rent a car son las primeras en recibir las multas que luego cobran a sus clientes.

El próximo miércoles, día 15, se cumplirá un año desde que el gobierno municipal anunció la puesta en marcha efectiva de los tres radares que había instalado semanas antes entre el Polígono Industrial, la Vía de Ronda y Sant Climent para mejorar la seguridad en estas calzadas tan transitadas.

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En teoría estos radares deben denunciar a los vehículos que superen los 50 kilómetros por hora en la Vía de Ronda, y a los que circulen a más de 30 kilómetros por hora en el Polígono Industrial, entre la rotonda del colegio La Salle y la rotonda de Ses Quatre Boques. Ese es el mismo límite de velocidad que controla el dispositivo situado a la entrada de Sant Climent por la carretera de Cala en Porter.

A lo largo de todo el año, sin embargo, el Ayuntamiento ha rechazado facilitar los registros de estos cinemómetros indicando que lo haría cuando creyese oportuno, algo que puede suceder en los próximos días, según han indicado esta misma semana fuentes del Consistorio.

En este tiempo han circulado comentarios sobre la imposición de elevadas sanciones a conductores por superar, por ejemplo, los 30 kilómetros por hora frente al polideportivo municipal. Pero no se tiene constancia de que estas sanciones hayan existido.