La finca de Binigarba se encuentra en el término municipal de Ciutadella. | Katerina Pu

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El Ayuntamiento de Ciutadella ha denegado el último intento para regularizar la actividad que ha realizado Valeriano Allés Canet SL en la finca de Binigarba, en Ciutadella. Una noticia por la cual se congratulaba ayer el GOB Menorca, quien había denunciado en repetidas ocasiones la extracción irregular de áridos en estos terrenos. Algo que desmiente el empresario, quien defiende que la actuación tiene exclusivamente un interés agrícola y que «ni yo, ni la propiedad, hemos recibido ninguna notificación» al respecto.

El GOB confirmó ayer la recepción de la notificación del Ayuntamiento, en la que se comunica la no concesión de la licencia a Binigarba SRM, así como la orden de restitución, en un plazo de dos meses, de la zona tras los movimientos de tierras efectuados.

La última licencia solicitada era para «legalizar las obras realizadas y finalizar el acondicionamiento del terreno para la mejora de los trabajos agrícolas». Así lo indica el acuerdo de la Junta de Gobierno municipal del pasado 11 de mayo, que fue recurrida y desestimada «en parte» por el Ayuntamiento el 2 de noviembre.

Los ecologistas se congratulan de que «finalmente se haya impuesto la racionalidad», después que el Ayuntamiento revisara el largo historial que, según la asociación, se remonta a 2004, «cuando salió a exposición pública un proyecto de aprovechamiento de actividad extractiva de arenas en Binigarba, promovida por Valeriano Allés Canet SL».

Un proyecto, denegado, que «se presentaba como restauración, pero que en realidad era una nueva extracción de arena sobre una superficie superior a los 180.000 metros cuadrados».

Desde entonces, recordaban desde el GOB, Binigarba y Valeriano Allés presentaron variantes de ese proyecto que afecta a unos terrenos que, a lo largo de todo este periodo, han recibido protección al ser incluidos en la red de espacios protegidos Xarxa Natura 2000.

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Luego, en 2006, presentaron un plan para acondicionar los terrenos para la mejora de los trabajos agrícolas, en «una superficie de 127.527 metros cuadrados y con un volumen de 444.628 metros cúbicos». Y tras obtener la licencia en 2007, «el GOBadvirtió que se estaba actuando fuera de la zona autorizada y que se vertían materiales procedentes de obras».

«Los promotores, que han incumplido de manera reiterada las condiciones que se les había autorizado —dicen desde el GOB—, deberán restituir la zona. Entre las afectaciones hay importantes desmontes, vertidos de materiales externos y deshecho de casi un kilómetro de paret de pedra seca».

«Son mentiras»

El empresario se mostraba ayer muy contrariado por estas informaciones, asegurando, primero, que no ha recibido notificación alguna, ni tampoco, ninguna orden de restitución.

Sobre las acusaciones del GOB, Valeriano Allés afirmó que «son mentiras», de entrada, porque «en Binigarba no se ha hecho nunca una actividad extractiva».

«No es cierto que desmontáramos paret seca, estaba derruida, con las piedras en el suelo», y tampoco es verídico, según Allés, que se tratara de un desmonte de 444.628 metros cúbicos. «Eso es una barbaridad», apunta, debido la estimación equivocada que incluyeron en el proyecto por «un error de cálculo topográfico», que se subsanó posteriormente. «Fueron 27.000 metros cúbicos», que en realidad se retiraron para volver a colocar tras retirar rocas del subsuelo. Y «no es cierto que fuera en una extensión de 180.000 metros cuadrados».

Valeriano Allés defiende que «todo lo que se ha hecho, ha sido con una licencia en la mano, nunca he pretendido ir en contra de la ley y no se ha hecho ninguna extracción». De hecho, recuerda que «fui absuelto por el Tribunal Superior de Justicia de Balears en la demanda que interpuso el Consell».

El cantero de Ciutadella cree que, detrás de todo, hay una campaña en su contra, cuando «lo único que he querido es ayudar para favorecer la actividad agraria». Y es que, sostiene Valeriano Allés, en las zonas ya restituidas de Binigarba los beneficios son patentes, ya que «el payés está consumiendo la mitad de agua para los cultivos y extrae un 400 por cien más, por el sustrato de arcilla que pusimos sobre la roca y debajo de la tierra original de la finca», concluye.