El juez, Juan Pablo Molina, seguido por la auxiliar forense con los restos extraídos y el fiscal, Iñaki Gorostiza. | Josep Bagur Gomila

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Hace una semana fue la lancha amarrada en la terraza de un tercer piso en Es Castell y ayer la exhumación de los padres del noble ciutadellenc, José María de Olivar Despujol, dos noticias que han situado Menorca en la primera plana del panorama informativo nacional por diferentes motivos.

La más reciente encierra un interés con tintes morbosos porque hay mucho dinero y bienes en juego. Se trata de dirimir si una mujer residente en Marbella, de 76 años, es hija del aristócrata ciutadellenc, como ella reclama, que falleció hace justo 5 años en el Palacio Olivar, frente a la catedral. Y en la exhumación de ayer para extraer muestras biológicas de sus padres estará, probablemente, la clave de esta historia.

De Olivar Despujol acumuló una fortuna que algunas fuentes sitúan en torno a los 40 millones de euros entre efectivos, fondos y carteras, palacios, inmuebles, fincas, joyas y obras de arte, una cuarta parte de la cual podría pasar a manos de la supuesta hija como su heredera forzosa si se demuestra que lo es.

Hay otras pruebas, como correspondencia entre la madre de la mujer y José María de Olivar con el que mantuvo la relación en Barcelona en la década de los 40, o el supuesto parecido físico de quien dice ser su hija. También giros postales con diferentes cantidades que envió a la mujer para ayudar en los primeros meses de vida de la niña, según han defendido sus abogados, quienes también presentaron ante el juez el uso que hizo la niña del apellido De Olivar en sus primeros años. Pero será el ADN que se extraiga de los restos óseos de los padres de José María, Carlos de Olivar y Olives y María del Pilar Despujol y Pou, desenterrados ayer, cotejado con el de la demandante, la prueba más diáfana que lo confirme o lo desmienta.

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En una hora, un operario del cementerio, las dos forenses de Menorca, Gemma Guitart y Jésica Abadías, y su auxiliar, procedieron a manipular primero los ataúdes de los padres, a los que llegaron desde el centro del panteón descendiendo unos tres metros bajo tierra, tras levantar una losa de marmol blanco, para iniciar la tarea de exhumación. Junto a ellas bajó el secretario judicial que dio fe y levantó acta de lo que allí sucedió. Fueron las doctoras quienes extrajeron un fémur de Carlos de Olivar y un resto óseo de su esposa. El cuerpo del aristócrata, protegido en una caja de zinc, estaba embalsamado por lo que su grado de conservación era bueno, según pudo saber este diario.

Una vez recogidas las muestras fueron convenientemente introducidas en una caja que se precintó en presencia del letrado judicial, todavía bajo tierra. Posteriormente la comitiva regresó a la superficie, en el centro del panteón familiar. Allí les aguardaban el juez, Juan Pablo Molina, el fiscal, Iñaki Gorostiza, y los abogados de las dos partes, José Antonio García, de los dos sobrinos herederos de ‘Pepe’ de Olivar, y Fernando y Enrique Osuna, de la demandante.

Uno o dos meses para el resultado

Sobre las 12.10, la auxiliar de las forenses, junto a estas y el juez, salía por la puerta principal del cementerio portando la caja precintada con los restos para ser enviados este mismo lunes al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona donde serán analizados.

«Los hermanos se negaron a que les tomaran las muestras de ADN y hemos tenido que pedir que exhumaran a los padres, no es agradable y no nos gusta, pero era la única alternativa», explicó el letrado sevillano, Fernando Osuna, a la salida. El plazo para que se conozcan los resultados de los análisis oscilará entre uno y dos meses, aunque podría acelerarse dado el eco mediático del caso. Posteriormente el juez señalará la vista oral para que se dirima la demanda de paternidad con las pruebas y testigos que determinen las partes.

La exhumación se llevó a cabo «sin ninguna incidencia», dijo el titular del Juzgado 1, quien agradeció «que hayan venido a informar de una cuestión que puede tener trascendencia general para Ciutadella, sobretodo respetando las pautas que la autoridad judicial dicta para garantizar los derechos de todas la partes», apuntó el juez de forma escueta. El abogado de los sobrinos De Olivar declinó realizar cualquier valoración.