La consellera Montse Morlà, durante el pleno del Consell de este lunes. | Gemma Andreu

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El Consell no tiene ya más alternativas para mejorar el servicio de la ITV que la multa coercitiva a razón de 3.000 euros diarios. Pero no hay garantía de que así se agilice una gestión que está causando grave perjuicio a los ciudadanos por lo que de momento no se va a aplicar.

En el pleno celebrado este lunes se debatió y valoró esta opción después de rechazarse el recurso de alzada de la concesionaria, Certio, contra la sanción económica de 9.000 euros impuesta en octubre por incumplimiento de varias prescripciones del contrato.

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Una segunda medida de tipo económico como la citada multa coercitiva si persisten los incumplimientos es una opción que no se va a poner en marcha de forma inmediata. La responsable de Movilidad no la descarta, pero se decanta por requerimientos previos como prueba hacia la empresa, «queremos que funcione la ITV, la multa coercitiva es lo último», asegura Montse Morlà, quien pretende que Certio reaccione e incremente la plantilla, que parece ser uno de sus principales problemas.

Tienen un 'prestigio cero'

Alega que se trata de una firma con una red de estaciones de inspección de vehículos y que se juega también su prestigio, «que en Menorca ahora mismo es cero». Adolfo Vilafranca, portavoz del PP y autor de la moción origen del debate, tampoco está seguro de que la multa coercitiva sea la mejor opción, «tal vez retraen esos recursos de otros como personal, que parecen ahora mismo más necesarios», apunta.

Morlà deja claro que su intención es no prorrogar el contrato y que para llegar a tiempo a la nueva licitación en diciembre valora contratar una consultora externa para la redacción de los pliegos.