Las antiguas baterías del polvorín están semidestruidas por el abandono desde hace años. | Gemma Andreu

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La cesión gratuita por parte del Ministerio de Defensa del viejo polvorín del Barranc d’en Rellotge al Ayuntamiento de Alaior, anunciada por el propio Consistorio en diciembre de 2018, no se ha materializado.

El acuerdo revelado entonces por el que el municipio se hacía con la titularidad del antiguo polvorín y todas las propiedades militares de la zona del barranco, próximas a la carretera de Santa Ponça, nunca llegó a concretarse. Así se desprende de la respuesta dada esta semana por Defensa a la pregunta de dos diputadas  del grupo Unidas Podemos, de Balears, en relación a las propiedades que tiene en venta en la Isla. En esa relación se incluye el Barranc d’en Rellotge, en el término municipal de Alaior, que supuestamente había sido cedido de forma gratuita al Ayuntamiento gracias a las gestiones realizadas personalmente por la anterior alcaldesa, Misericordia Sugrañes, informó en su día el Consistorio en nota de prensa.

Se trataba de una antigua reivindicación «retomada y relanzada en los últimos años por el equipo de gobierno» para hacerse con la zona desafectada por el Ministerio de Defensa en el año 2000. Entonces se señaló que el Consejo Rector del Instituto de la Vivienda y Equipamiento de la Defensa ya había elaborado un primer borrador del convenio para la cesión. Estaba previsto que este traspaso cristalizase con la firma de la anotación registral en el primer trimestre de 2019, que sin embargo nunca llegó a producirse.

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Ese anuncio, a la vista de los hechos, quedó en una declaración de intenciones porque Defensa ha reorientado su decisión cuando el Ayuntamiento no ha conseguido hacer valer el acuerdo alcanzado hace cuatro años al no haber podido recuperar el compromiso por escrito del acuerdo alcanzado.

«Nosotros nos mantenemos en la misma posición, ha sido Defensa la que ha reculado», explica el concejal de Urbanismo, Cristóbal Marqués, «e intentamos que el compromiso se cumpla, y por tanto que la cesión sea gratuita». El primer paso ahora es la petición de la cesión del camino segregado de las propiedades militares para lo que Defensa ha solicitado la licencia de segregación, con lo que mantiene su intención de venderlas y no cederlas sin contraprestación.

Las antiguas baterías han sufrido una degradación completa producto de su abandono. En ellas se realizaron fiestas rave durante la última década y se hallan bajo peligro de derrumbe.

Tanto el camino de acceso como los terrenos donde se ubican las baterías y antiguas dependencias militares tienen una superficie estimada superior a los 55.000 metros cuadrados.