La desalinizadora de Ciutadella incorporará un equipo isobárico.

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El Ayuntamiento de Ciutadella paga un 30 por ciento más por el agua procedente de la desalinizadora, una vez la Agencia Balear del Agua (Abaqua) del Govern balear ha revisado al alza la tarifa. Es así que el metro cúbico ha experimentado un notable incremento, de 1,198 a 1,55 euros, que el Consistorio mantiene que no repercutirá en el recibo del agua que pagan los ciudadanos.

Este aumento en el precio del agua desalada supone para las arcas municipales un sobrecoste de 334.400 euros si se inyectaran a la red los 950.000 metros cúbicos conveniados con Abaqua. Así, el Ayuntamiento pasará de pagar 1.138.100 euros, a 1.472.500.

Este cambio de tarificación lo expuso la concejal responsable del Servicio de Aguas, Noemí Camps, en el último pleno municipal, donde explicó que la revisión de precios se contempla en el convenio firmado en enero del año pasado. «Es una regularización por el coste de la energía, que teníamos asumido», a la vista del panorama general, «donde todo sube».

La desaladora, «una necesidad»

Esta información venía a colación de una pregunta del grupo municipal de Ciudadanos, desde donde Eudimio Carrasco reconoció que «la subida era de esperar». En cualquier caso, la edil del PSOE defendió que el agua desalada es «una necesidad, para poder disponer de agua potable en nuestro municipio y contribuir a la recuperación de los acuíferos».

En esta línea, Camps quiso lanzar una «reflexión, estamos en una situación de emergencia climática eminente, con un estrés hídrico agravado en las Islas por la estacionalidad, por tener una importantísima población flotante en verano, con la presión que supone a nivel de recursos hídricos». Por eso, consideró que «los próximos consistorios deberán prever medidas de ahorro y de reutilización» del agua.

Por su parte, Eudimio Carrasco achacó que, a diferencia de Canarias, en Menorca «vamos seis o siete años atrasados», teniendo en cuenta que en el archipiélago atlántico hace tiempo que cuentan con sistemas de generación fotovoltaica y equipos isobáricos para reducir la factura eléctrica de las desalinizadoras.

De 0,95 a 1,55 euros en poco más de un año

Desde la formación naranja achacaron que «los actuales regidores no hayan defendido» los intereses de los ciudadanos. Se referían, por ejemplo, al incremento que ha experimentado el agua desalada los últimos años, que pasó primero de 0,95 a 1,19 euros, para alcanzar ahora los 1,55 euros el metro cúbico.

En este punto, y con relación a los equipos isobáricos que prevé instalar el Govern para reducir la factura eléctrica en las desaladoras, Carrasco insto al equipo de gobierno «a que exija a Abaqua la aplicación del descuento en el precio del agua, proporcional a la reducción de entre el 10 y el 20 por ciento del consumo», que estiman que se producirá en el marco del plan estratégico de transición energética de la Agencia Balears del Agua.

Una cuestión que Noemí Camps reconoció que «vemos bien», por lo que consideró que habrá que tenerlo en cuenta cuando estén en marcha los nuevos equipos de la desaladora.

El apunte

Reducir el coste de la electricidad con sistemas de ahorro energético en las desaladoras

Hace apenas unos días, Abaqua anunció que ha sacado a licitación un contrato para redactar un proyecto para la instalación de equipos isobáricos de recuperación de energía en las bombas de alta presión en varias desaladoras de Balears, entre las que se encuentra la de Ciutadella. El proyecto parte con una inversión de 484.000 euros, para unos mecanismos para reducir en un 24 por ciento el consumo de las desalinizadoras.

Según ilustran desde el ente autonómico, la estación desaladora de Ciutadella contaba, en el momento de su construcción, con la tecnología más eficiente para recuperar energía en las bombas de alta presión en el proceso de ósmosis inversa. Además, se instaló un sistema de intercambiadores de presión.

Pero los avances tecnológicos han evolucionado y «actualmente existen sistemas isobáricos de recuperación mucho más eficientes, que permiten recuperar mucha más de la energía generada», para «volverla a inyectar al sistema». De hecho, se prevé una reducción de «entre un 10 y un 20 por ciento», por lo que «el ahorro para las arcas públicas podría ser de unos 700.000 euros anuales, si se tienen en cuenta las tarifas de 2021».