Vista de algunas de las edificaciones de Na Foradada desde la carretera de Es Migjorn Gran hacia Ferreries. El hortal es aledaño al municipio vecino | Katerina Pu

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El núcleo de hortales de Na Foradada, en Es Migjorn Gran, avanza en el proceso de regularización, el Ayuntamiento espera aprobar su plan especial antes de que finalice el mandato, cuatro años después de la aprobación inicial, pero esta es la excepción que confirma la regla dentro del problema urbanístico que suponen las edificaciones en distintos asentamientos en suelo rústico. Desde hace 20 años, cuando en 2003 se aprobó el primer Plan Territorial Insular (PTI), solo se han regularizado dos núcleos de hortales, Camp Sarc en Sant Lluís y Binicalsitx en Ferreries.

La regularización de Talatí de Baix en Maó y Binissaida en Es Castell sigue estancada, pese a que las respectivas asociaciones de propietarios presentaron hace años sus planes para que fueran declarados núcleos rurales. La situación afecta a entre 4.000 y 5.000 casas repartidas por toda la Isla, según calcula la Associació d’Hortals de Menorca, entidad que después de la ronda de reuniones que inició a finales de 2021 ve inviable que los propietarios de los diferentes hortales se pongan de acuerdo para impulsar los planes necesarios para su regularización, y reclama que estos sean asumidos por la Administración.

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La revisión del PTI sigue pendiente de aprobación definitiva por lo que, a efectos legales, está vigente el plan de 2003 modificado en 2006.  Este hecho afecta a la aprobación definitiva del plan especial de Na Foradada, ya que ha sido retornado por el Consell al Ayuntamiento, que debe ahora adaptar sus Normas Subsidiarias (NNSS) al PTI para dar luz verde al plan del núcleo. «Una vez que las tengamos adaptadas, calculamos que después de Pascua, el plan irá al pleno, los vecinos llevan muchos años esperando», afirma el concejal de Urbanismo, Ramón Verdú. Las NNSS se adaptarán al PTI de 2003 «y punto», declara, «es el que está vigente, estamos hartos, ya teníamos trabajo hecho para adaptarlas al nuevo». Verdú también critica que en 2019, cuando los vecinos fueron a hablar con los representantes municipales, el plan «llevaba siete años en un cajón».

La Figuerenia es la otra zona de parcelaciones en rústico de Es Migjorn Gran cuya regularización se propone impulsar el Consistorio, con reuniones entre vecinos. Ese entendimiento entre propietarios no es fácil. La presidenta de la Associació d’Hortals, Dolors Martínez Bosch, vecina de Sa Llegítima en Ciutadella, afirma que ellos han logrado movilizar a la mitad de los vecinos y han iniciado el proceso para constituir una asociación y presentar así su plan especial, pero tras registrar los estatutos en el Ayuntamiento en octubre de 2022, «por si había que modificar algo», aún no han tenido una respuesta oficial. «Existen realidades muy diferentes dentro de cada núcleo», explica, «y no se consigue aglutinar al 51 por ciento de vecinos que contempla la ley para el rústico».

Algunas de estas zonas ya tienen constituidas asociaciones para gestionar cuestiones como el abastecimiento de agua «pero no entidades urbanísticas para llevar adelante un plan especial, es algo costoso, hay gente que no quiere contribuir porque pagando IBI y basuras creen que deben ser los ayuntamientos los que lo asuman». La casuística es tan diversa que la presidenta de la asociación es pesimista, «esto no tiene salida y la actitud de algunos ayuntamientos tampoco nos ayuda nada, siempre somos los infractores y no salimos de ahí, estamos en una situación de indefensión para hacer cualquier arreglo y sin embargo, pagamos impuestos», asegura.

El apunte

La mayoría de las parcelaciones en rústico son de los años 70 y 80

El Plan Territorial incluye en su anexo I las distintas zonas consideradas núcleos urbanos y huertos de ocio así como la relación de parcelaciones en suelo rústico en los distintos municipios. La mayoría de estos asentamientos en rústico, parcelaciones y edificaciones, son de mediados y finales de los años 70 y también de la década de los 80, aunque también hay    núcleos que figuran como anteriores al siglo XX e incluso de tiempo inmemorial.

Hay casos en los que la parcelación y construcción ya finalizó, pero en otros, como La Vinya, Montefí Nord, Rafal Nou y Sa Llegítima por citar algunos, todos ellos hortales de Ciutadella, el crecimiento se inició en los 70 y se ha prolongado hasta la actualidad. Es precisamente en ese municipio donde se sitúan más de dos mil de las alrededor de cinco mil viviendas en huertos que se contabilizan en la isla. Del listado de 26 parcelaciones en rústico 15 son en Ciutadella, le sigue Sant Lluís. En cuanto a las parcelaciones susceptibles de ser calificadas como huertos de ocio, son diez, según el PTI.