En Cala Morell (obras de 2018 en la imagen) se ha realizado la conexión entre el núcleo y la red de depuración de Ciutadella, pero falta el alcantarillado en la urbanización. Cala Llonga, en Maó, cuenta con alcantarillado, pero está pendiente la conexión a la depuradora.  | Sergio García

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Casi dos años después, agosto de 2021, de que concluyera el plazo marcado por la ley de urbanismo para que todos los núcleos urbanos contaran con sistema de saneamiento como requisito insoslayable para que los ayuntamientos pudieran dar licencia a la construcción de nuevas viviendas se ha avanzado muy poco. Los municipios han trabajado en sus deberes en este tiempo, particularmente en la licitación y la redacción de los proyectos correspondientes pero todavía son al menos 19 los casos en los que no ha concluido el proceso.     

El resultado es que después de varias décadas de haber sorteado el requisito a través de sucesivas moratorias, la carencia de alcantarillado colapsa el crecimiento de once urbanizaciones costeras y ocho urbanizaciones o caseríos tradicionales de interior.       

Contribuciones

Canutells, Sa Mesquida, Es Murtar, Sant Antoni y Binixíquer siguen huérfanos de esta infraestructura. En el último caso, se trata de una urbanización pendiente todavía de ser recepcionada por el Ayuntamiento de Maó y en el primero el proyecto está redactado y pendiente de ser licitado. Cala Llonga, la urbanización de mayor expansión del municipio, tiene el alcantarillado construido pero está pendiente de conexión a depuradora.

Sant Lluís, uno de los municipios con mayor desarrollo costero,    carece de saneamiento en Cap d’en Font, Binissafúller Platja, Binissafúller Rotters y Binibèquer Nou-S’Atalaia, además de Pou Nou y S’Ullestrar. Allí donde se ha avanzado con el proyecto, Binisafúller Rotters, listo para ser ejecutado,    ha aparecido el conflicto vecinal por    las contribuciones especiales.

Otro tanto ocurre en Cala Morell, en Ciutadella, donde se han realizado las obras de conexión a la depuradora, pero falta el alcantarillado en la urbanización. Las alegaciones y recursos contra las contribuciones especiales, a las que el Ayuntamiento está dado respuesta, son el motivo de parálisis del proyecto.

Ciutadella, que dispone del mapa más extenso de núcleos urbanos, ha avanzado en los últimos años en este capítulo, pero tiene pendiente también el saneamiento en dos unidades de actuación del margen izquierdo de la carretera de Santandria.         

Financiación comunitaria

También Alaior se ha puesto bastante al día. Cuenta con fondos europeos para acometer la primera fase del alcantarillado de Son Vitamina y Calescoves, mientras que L’Argentina cuenta con la obra de saneamiento prácticamente finalizada y está a punto de ser conectada a la red de la depuradora.

Las dos obras pendientes cuentan con el proyecto redactado a la espera de la financiación comprometida. Solo quedarán algunas zonas de construcciones diseminadas como Llumena, con el plan especial también en trámite, por lo que confía contar en breve con todas las urbanizaciones conectadas a depuradora.

Es Mercadal confía también en la financiación europea para completar el saneamiento en todos los núcleos urbanos con los que cuenta. Son dos proyectos de envergadura listos para ser licitados, uno de los cuales será pagado con la subvención procedente de los citados fondos.

Se trata de Punta Grossa 1, presupuestado en 2,2 millones. El otro corresponde a Na Macaret, cuyo coste está valorado en 5,5 millones y el Ayuntamiento asume que necesitará ayuda de otras administraciones para poder llevarlo a cabo.

Es Castell arrastra deberes pendientes en la costa y en el interior. El primero hace referencia a la Cala Sant Esteve, donde hace años que trabaja en la búsqueda de soluciones, si bien apenas tiene suelo de crecimiento y no es tanto el problema de licencias suspendidas como la obligación de sanear el núcleo.

El problema del segundo, Tebalúger, sí tiene una dimensión urbanística. No hay alcantarillado y, por tanto, no pueden concederse más licencias. El proyecto está en fase de tramitación.         

Problema superado

Solo Ferreries y Es Migjorn tienen el problema del saneamiento superado en los núcleos urbanos consolidados. En el primer caso no tiene más urbanización que Cala Galdana y, en el segundo Sant Tomàs.

Son dos de las urbanizaciones mejor dotadas en infraestructura de alcantarillado y con suelo disponible para asumir nuevas construcciones.

Las claves
  1. Una última prórroga de dos años bien aprovechada

    La ley de urbanismo concedió dos últimos años de prórroga, hasta agosto de 2021, fecha en la que los proyectos debían estar acabados y un año después ejecutados. Con esa condición pudieron aprobarse todavía licencias, fue aprovechada por promotores y ayuntamientos y es una de las causas que ha disparado la construcción particularmente de viviendas unifamiliares en los núcleos costeros, que se ha convertido en el motor de la construcción en los últimos años. A la vista del panorama y la demora que arrastran las infraestructuras de saneamientos podría registrarse un parón en los próximos años.

  2. Contribuciones o auxilio de otras administraciones

    Las redes de alcantarillado y su conexión a depuradoras son obras de envergadura y de un elevado presupuesto. Aquellos proyectos aprobados y listos para ser licitados tienen una valoración superior al millón de euros y, en general, quedan lejos de las posibilidades municipales. La otra opción, financiación a través de contribuciones especiales, ha levantado en protestas y recursos vecinales que apuntan a pleito judicial en Binisafúller y Cala Morell.