Santiago Coll es padre de un hijo diagnosticado con TEA. | Josep Bagur Gomila

TW
10

En Menorca hay 170 casos de Trastorno del Espectro Autista (TEA) en la actualidad y sesenta familias que, ante un diagnóstico que cambia sus vidas, han acudido a la asociación TEA Menorca para recibir apoyo y asesoramiento. La entidad, que se creó en 2009 y que desde 2021 preside Santiago Coll Arredondo, reclama profesionales de neuropediatría y neuropsicología para que, una vez obtenido el diagnóstico, los afectados –niños, adolescentes y jóvenes–, puedan tener un seguimiento sin salir de la Isla, como les sucede ahora.

La salud mental está infradotada ante una demanda actual que desborda el sistema público, y este déficit asistencial afecta de lleno a las familias con un niños diagnosticado de TEA. «El equipo de psiquiatría infanto-juvenil realiza el diagnóstico, pero si necesitamos seguimiento con un neuropediatra nos tenemos que ir a Palma», lamenta Santiago Coll, «esta es una reivindicación al IB-Salut, que por lo menos una vez al mes vengan a Menorca un neuropediatra y un neuropsicólogo, y que se refuerce el equipo de psiquiatras con más profesionales especializados en autismo, para ver cómo evolucionan estos niños, ya que muchos de ellos están medicados», señala.

Coll ha experimentado en primera persona esa tensión familiar que supone viajar para recibir atención especializada, con su hijo, ahora de 16 años, que está diagnosticado de TEA. «Nosotros desde que mi hijo era muy pequeño, con tres años, hemos tenido que ir a Palma y a Barcelona, claro, a veces hay gente que no tiene los medios ni sabe cómo hacerlo, está encerrada en Menorca, y si no se puede pagar una sanidad privada va pasando el tiempo y esto es algo urgente, es tu día a día».

La reivindicación de TEA va más allá, piden que el IB-Salut cuente en Menorca con «un servicio mucho más amplio de psiquiatría para dar respuesta al grave problema de salud mental en general, no solo del trastorno del espectro autista», asegura Coll.

El abanico de síntomas del TEA es muy amplio y empiezan a percibirse alrededor de los dos años, por eso es muy importante la detección precoz, en las escuelas, para intervenir y ayudar a estos niños lo antes posible, ya que las consecuencias del autismo, en sus diferentes grados, abarcan problemas de aprendizaje y laborales, incapacidad para la vida independiente, aislamiento social, ser víctimas de acoso, y estrés familiar.

Prevalencia

En la detección temprana juegan un papel fundamental las escuelas. El diagnóstico precoz en los centros «funciona cada vez mejor», afirma Coll, pero «deberían tener más medios, dotar a los maestros de apoyo». En cuanto a la cifra actual de casos en Menorca, el presidente de TEA cree que es elevada, «son muchísimos para una isla con una población pequeña», aunque no sabe si achacarlo a un mejor diagnóstico o a una mayor prevalencia del trastorno. Según datos de la Confederación Autismo España, el alumnado con TEA representaba un 0,67 % del total de las enseñanzas no universitarias del sistema educativo español en el curso 2019-2020.

El apunte

Conferencias y talleres, el 1 de abril en el Teatro Calós, para concienciar

El 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con el objetivo de reflexionar acerca de este trastorno y difundir la importancia del diagnóstico precoz y la intervención temprana. TEA Menorca organiza, el sábado 1 de abril en el Teatro Calós de Ciutadella, una jornada con conferencias, talleres y actividades (10 a 19 horas). Entre los ponentes están Jesús Soldevila, doctor en Educación Inclusiva; Paula Verde, coautora del libro «Reconocer la diversidad»; Sara Mesa, psicóloga especializada en autismo; y Jaume Galindo, educador social diagnosticado de Asperger.