Vertidos del dragado. El material extraído de la zona del rompeolas permanece depositado en la parcela que, aun siendo privada, sirve como aparcamiento a la entrada del paseo marítimo. Comparte espacio con rocas traídas para la escollera. | R. R.

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Habrá obras en la escollera hasta junio, pero los trabajos en la zona urbana están acabados, según palabras del conseller Marí en el Parlament en marzo. Pero pasada Semana Santa y la temporada turística en marcha los vecinos de Fornells constatan que el ruido y el polvo no han desaparecido, si bien se han reducido las molestias y todo apunta a que en unas semanas no habrá máquinas ni operarios en el entorno portuario.

Mayo y fin de año

La semana pasada se inició el adoquinado del paseo de la dársena y el paseo marítimo aún tiene zanjas y material de obra. Ports aduce que los trabajos continúan la planificación prevista. Una vez detenido el tránsito de camiones ha comenzado el adoquinado, que estará acabado la primera semana de mayo.

Nueva imagen viaria. La semana pasada se iniciaron los trabajos de adoquinado del paseo de la dársena, un acabado que, según temen los vecinos, se realiza antes de que hayan concluido los de la escollera y el previsible paso aún de camiones.

Simultáneamente, se llevan a cabo los micropilotajes del dique, que también deben estar listos a comienzos del mes que viene. Respecto al muelle, la instalación de nuevos pantalanes, varadero y otros trabajos, se reanudarán pasado el verano con el fin de no interferir en la temporada turística. Serán culminados, según lo previsto, a final de año.

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La pérdida de plazas de aparcamiento por las obras es otro problema que preocupa al comercio y vecinos de Fornells. A la pérdida de Es Pla para esos fines, se añade más de medio paseo marítimo inutilizado previsiblemente todo el verano para absorber parte de la flota de visitantes que llega a la población.

Otro tanto ocurre con la parcela ubicada a la entrada del paseo marítimo. Esta aparece ocupada en más de la mitad del suelo por el material dragado para la reforma del dique y por rocas traídas de Mallorca para la escollera.

A esa merma de aparcamiento público se agrega el cierre desde el lunes pasado del único gran párking y el más utilizado en la zona posterior al Molí, en las cercanías del campo de fútbol. El motivo en este caso es la instalación de pérgolas con placas solares, una obra que por razones de plazos oficiales no puede esperar más. Son trabajos que, según se prevé, no durarán todo el verano, pero también inciden en la infraestructura que la temporada turística precisa. Comerciantes y vecinos reclaman alternativas.