Bloques de pisos a la salida de la ciudad de Maó en dirección a Es Castell. | Gemma Andreu

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Durante el primer semestre de 2024 han cambiado de dueño o de titular un total de 2.217 fincas en Menorca, de las cuales 167 eran rústicas; el resto fueron fincas urbanas, 2.050, de las cuales cambiaron de manos 1.281 viviendas, bien mediante operaciones de compraventa, donaciones, permutas, herencias y otras causas. La compraventa de vivienda sumó un total de 878 operaciones, un 28 por ciento menos que hace dos años, cuando en el mismo periodo de 2022 se trasmitieron por compraventa 1.224 propiedades.

La línea descendente continuó en 2023, con 916 viviendas contabilizadas como compraventa por el Ibestat, siempre comparando los primeros semestres de cada año.

Cabe recordar que 2022 se cerró con un sector inmobiliario en auge y el mayor incremento en las ventas de viviendas en quince años, rozando las cifras de la burbuja de 2007. En doce meses se vendieron 2.377 casas, es decir, una media de 6,5 cada día y 753 transacciones más que en 2021. El ritmo se ha desinflado y la situación ahora es de estabilidad, explican los agentes inmobiliarios.

De segunda mano

Además de las 878 compraventas de viviendas, en el primer semestre de este año se efectuaron 34 donaciones de pisos o casas, tres permutas, 178 herencias y 189 operaciones de otro tipo. En estos primeros seis meses se vendieron 649 viviendas de segunda mano, que representan el 74 por ciento del total. Otras 229 fueron casas nuevas. El aumento del precio de la vivienda y el encarecimiento de las hipotecas son factores que lastran las ventas.

En el presente 2024, enero fue el mes que más operaciones registró, tanto en la transmisión de fincas rústicas (38) como urbanas (418) y de estas, también viviendas (278), según datos del Ibestat. En cuanto al suelo, entre enero y junio se transmitieron 113 solares.