La falta de mantenimiento del acantilado representa una seria amenaza para los viandantes, los negocios y las viviendas. En la imagen, las últimas rocas retiradas este mes

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El acantilado es un «elemento emblemático» pero también «un problema muy serio para Maó» y los sucesivos gobiernos municipales, afirmó este viernes su alcalde, Héctor Pons, en un intento de despolitizar el problema y en medio de los reproches de la oposición a través de dos mociones, del PP y de Ara Maó, para llevar a cabo acciones urgentes para consolidarlos. Obras de reparación y mantenimiento que eviten dejar a la suerte una posible desgracia, si vuelven a desprenderse rocas de grandes dimensiones como las que el pasado día 16 destrozaron la parte superior de un local en el Moll de Ponent.

El pleno aprobó por unanimidad tanto la moción de Ara Maó como la del PP, esta con enmiendas, en el sentido de instar al Consorcio del Acantilado a realizar la revisión técnica integral del peñal, identificar los puntos de riesgo y detallar las medidas para estabilizar la zona; asimismo se acordó instar al Ayuntamiento y al Govern a convocar de manera urgente la reunión del Consorcio, para abordar la situación actual y coordinar acciones; así como implementar el plan director que relaciona las obras necesarias y las prioridades que, como se señaló desde Ara Maó, «ha caído en total olvido».

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Titularidad

El alcalde afirmó que las dudas sobre la titularidad del acantilado en algunos puntos es una cuestión «sobre la mesa» de la junta rectora del Consorcio, que está previsto que se reúna dentro de una semana, «porque hay interpretaciones técnicas diferentes». Pons no concretó fecha pero sí explicó que ya se ha reunido con el conseller balear de Vivienda, Territorio y Movilidad, José Luis Mateo, para abordar el riesgo existente en el acantilado y la necesidad de reactivar la entidad en la que participan el Ayuntamiento, el Consell y el Govern.

Héctor Pons señaló además durante el último debate plenario que existen dos proyectos redactados para consolidar el acantilado, en dos puntos, uno en la zona de Hacienda y otro en el Moll de Llevant, pendientes de financiación y de cuestiones jurídicas.