El ministro Luis Planas, de espaldas, durante el consejo Agrifish. A la izquierda, el conseller Joan Simonet. | CAIB

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«No es la mejor noticia para los pescadores, que llevan cinco años de esfuerzos, adaptándose a las reducciones de los días de trabajo» pero es «el mejor acuerdo posible» después de dos días de negociaciones muy complicadas con los socios europeos, reconoció ayer el diputado menorquín del PSOE, Pepe Mercadal. Antes el Ministerio que dirige Luis Planas había mostrado su satisfacción por el pacto en Bruselas, con «buenos resultados» en el Atlántico y el Mediterráneo.

La reunión maratoniana logró frenar un hachazo del 79 por ciento a los días de trabajo de los arrastreros, «neutralizar» el recorte, según el comunicado oficial, que permitía salir a faenar solo 27 días y ponía en peligro la viabilidad de la flota de arrastre del Mediterráneo, pero aplicando unas medidas de compensación para incrementar las jornadas. Es decir, la reducción no se ha eliminado, su aplicación queda condicionada a la inversión en los barcos de arrastre y a las medidas de sostenibilidad.

El conseller balear de Agricultura y Pesca, Joan Simonet, culpó a la «aixecada de cul» de los franceses de «debilitar la postura de bloqueo» que habían previsto España e Italia y para la cual se necesitaba a Francia y también se intentó atraer a otros países como Portugal, Croacia o Malta. Al no lograrse la minoría de bloqueo, hubo que «pasar a unas negociaciones para intentar salvar al máximo la situación, ante la propuesta de la Comisión Europea», señaló el conseller, que acudió al consejo europeo como representante de las autonomías españolas.

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Simonet consideró «imprescindible» la modificación del reglamento que regula el plan de gestión de pesca del Mediterráneo, para que en un futuro próximo la Comisión no pueda volver a plantear nuevas reducciones drásticas de días de pesca a las barques del bou.

«Hay que modificar este reglamento de 2019 que es perverso, que está permitiendo estos disparates que vienen desde Europa sin conocimiento de la realidad, un trabajo que tenemos que hacer las administraciones, el sector y los eurodiputados que tenemos en Bruselas», admitía, añadiendo que hay que modificarlo «para adaptarlo a la realidad y permitir que la pesca sea sostenible medioambientalmente, económica y socialmente».

Las negociaciones para el Mediterráneo culminaron con la unión de España e Italia frente a la propuesta de recorte del 79 por ciento. Además, en el consejo se aprobaron las cuotas de capturas para el Atlántico, con resultado positivo en las negociaciones de la UE con Reino Unido y Noruega para la pesca de especies como el jurel y el bacalao. También se lograron cuotas de especies como la cigala y la merluza que permiten la estabilidad de las flotas cantábrica y gaditana.

El Govern y el Ministerio prometen subvenciones

El conseller balear de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, transmitió ayer al sector que «tendrá el apoyo de la Conselleria para afrontar los posibles gastos derivados de la implantación de las nuevas medidas que propone Europa». Asimismo, el diputado del PSOE en el Congreso, el menorquín Pepe Mercadal, aseguró que el Ministerio de Agricultura y Pesca también ayudará a los profesionales a adoptar las medidas relativas a las redes, las puertas voladoras y las vedas que se han establecido en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea. Mercadal afirmó que el Ministerio ya ha solicitado a la Comisión Europea que esas medidas se puedan financiar con fondos comunitarios. El diputado afirma que la propuesta de la CE «ha sido un gran error», ya que «la transición hacia modelos más ecológicos en diferentes sectores económicos ha de ser siempre justa y tener en cuenta a la gente que vive de esos sectores», aseveró.